Tras el asesinato de dos agentes forestales en Lérida a manos de un cazador, el sindicato UGT en Aragón denunció ayer lo que consideran una «deficiencia en la evaluación de riesgos laborales» en las tareas de los Agentes para la Protección de la Naturaleza (APN). Entre las más destacadas señalan que no se ha identificado el riesgo de agresiones físicas y la ausencia de protocolos de actuación en vigilancia de caza.

El sindicato demanda por este motivo al departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón la convocatoria urgente de la mesa técnica del sector para para exigir «la revisión de los protocolos de evaluación de riesgos, la dotación adecuada de medios y formación».

Las carencias en cuestiones de seguridad, según UGT, también se extienden a la inexistencia de medios de disuasión o a las graves deficiencias en la red de emisoras y de telefonía móvil que impiden la comunicación permanente con el personal de apoyo en oficinas. Igualmente suman el riesgo de tener que realizar vigilancias en horarios nocturnos o la falta de una imagen corporativa clara en los vehículos y uniformes que identifique a los funcionarios de manera inequívoca como agentes de la autoridad.