Una familia zaragozana reclama al banco 14.542 euros por un desahucio erróneo que les llevó a perder todos los muebles de su casa de veraneo en Azuara. La entidad acudió al pueblo zaragozano el 23 de noviembre del 2011, para ejecutar un desahucio en la calle La Iglesia; pero no se percataron de que existía también la plaza La Iglesia, y allí acudieron, a desalojar. Al no haber nadie en la vivienda, el cerrajero abrió y la comisión judicial vació los muebles, que legalmente --si hubiese sido la casa correcta--, se consideran abandonados. Pese al error, Ibercaja se niega a pagarles. Por ello, han reclamado a través de su abogado, Joaquín Tortajada, los 11.542 euros en que valoran sus muebles más 3.000 por daños morales.

La sorpresa fue para la familia cuando, en enero del año pasado, acudieron a su casa en Azuara y la encontraron cerrada a cal y canto. Los vecinos les explicaron que, hacía dos meses, había acudido una comisión judicial a su casa, pero creyeron que era un desahucio convencional.

ERROR

Finalmente consiguieron contactar con Ibercaja, cuyos representantes comprobaron el expediente de ejecución hipotecaria del Juzgado de Primera Instancia número 18 y la notificación del servicio de Ejecución judicial. Vieron así que, en efecto, deberían haber ido a la calle, no a la plaza, y que los tres propietarios que figuraban en el expediente no correspondían con los desahuciados.

Ante el error, Ibercaja consintió en devolver las llaves a la denunciante, y la familia tomó posesión de la vivienda ante notario el pasado 25 de enero. Al entrar en su casa de veraneo, apenas encontraron las telarañas.

Según el inventario de bienes que ha confeccionado la familia, con valores estimados de los bienes --muebles, menaje, equipamiento deportivo, electrodomésticos, comida...--, molestias --tres días de trabajo perdidos-- y gastos generados --cambio de bombín, de un cristal, pago al notario...-- ascenderían a los citados 11.000 euros. Aunque, según Tortajada, hubieran estado dispuestos a someterse a otros peritajes si la entidad bancaria hubiese accedido.

Más tarde, la familia descubrió también que sus muebles habían ido a parar al vertedero. Según marca la legislación, la Comisión Judicial encargada de desahucios y ejecuciones tiene potestad no solo para el descerrajamiento de la puerta, "recabando, en su caso, el auxilio de la fuerza pública", sino para disponer de los enseres que no hayan sido desalojados, que sin los desahuciados no retiran se consideran abandonados.

Además del precio de lo perdido reclaman otros 3.000 euros por daños morales, ya que aparte de lo expuesto, algunos de los objetos tienen un gran "valor sentimental" para la familia, según explicó el letrado y expuso en su escrito de reclamación al juzgado.

Tras otras vías judiciales, y teniendo en cuenta que la entidad admitió en su día implícitamente el error --al devolverle las llaves--, la familia solicitó un acto de conciliación que tuvo lugar el pasado 19 de junio ante el Juzgado de Primera Instancia número 10 de Zaragoza. Un acto en el que Ibercaja declinó cualquier posibilidad de llegar a un acuerdo negociado.

Por ello, estos desahuciados por error han presentado una demanda contra la entidad por daños materiales y morales, que le fue notificada a la entidad el pasado martes, y a la que desde entonces tiene 20 días para responder. La familia, que prefirió no hacer declaraciones a este diario, sí espera que el proceso ayude a evitar estas situaciones en un futuro. "Es un poco David contra Goliat", expuso su letrado, "pero es que esto le puede pasar a cualquiera".