Un esquiador vasco resultó gravemente herido el pasado lunes en las pistas de Formigal tras sufrir un accidente con una moto de nieve. El siniestro se produjo cuando colisionó con una moto de nieve y se produjo unas lesiones que pueden suponer la amputación de una pierna, según han señalado fuentes cercanas a la familia.

Según su versión, el deportista, de unos 40 años, se hallaba descendiendo por una ladera cuando colisionó con una moto de nieve. El impacto fue brutal y el conductor del vehículo de motor quedó tendido en la nieve, mientras que el esquiador tuvo que ser atendido de inmediato por un equipo de emergencia que, visto el alcance de las heridas, ordenó su traslado al hospital Miguel Servet, en Zaragoza.

Sin embargo, la versión facilitada ayer por la compañía Aramón, a la que pertenece el centro invernal de Formigal, discrepa notablemente de la difundida por el entorno del usuario. La empresa mantiene que el accidente se registró cuando el deportista bajaba a gran velocidad por una de las pistas y, por causas desconocidas, se abalanzó sobre una moto de nieve que estaba "parada o casi parada" en un lateral de la zona esquiable, sin que el conductor pudiera hacer nada por evitar la colisión.

EXPERIENCIA "Juanma es un esquiador muy bueno, domina muy bien las tablas", señaló ayer un amigo del lesionado. "A mí me extraña que fuera por un lateral de la pista y se echara encima de una moto de nieve", añadió. Esta misma persona aseguró que Juanma, que es un asiduo de Formigal, se halla ingresado en el hospital Miguel Servet.

"Su situación médica es ahora muy complicada", continuó la misma fuente. "Al parecer, una de las dos piernas sufrió toda la fuerza del impacto y los médicos están estudiando la manera de salvarla", añadió.

No es la primera vez que las pistas de Formigal son escenario de un accidente de esquí. En el invierno del 2008, tres hombres de entre 32 y 37 años fallecieron en el pico de Anayet al ser sepultados bajo un alud que se desencadenó en una zona situada fuera del dominio esquiable.

Las víctimas fueron dos esquiadores vascos (Íñigo Enrique Z. G, de 37 años, nacido en San Sebastián y vecino de Vitoria, y Daniel O. E., de 36 años y vecino de San Sebastián) y un trabajador de la estación de Formigal, Miguel Ángel Rodríguez, de Zaragoza y 32 años.

Este último se hallaba tomando fotografías en el lugar que se vio afectado por la avalancha de nieve, según determinaron las investigaciones.