Un grupo de entre 15 y 20 personas realizará un estudio olfatométrico del barrio del Picarral para determinar en un año el mapa de olores de la zona y facilitar así la adopción de medidas correctoras que contribuyan a mejorar la calidad medioambiental del sector.

Los "olfateadores" se servirán exclusivamente de la nariz para detectar e identificar los posibles olores de dónde provienen y la intensidad de los mismos. La selección de este grupo de personas lo llevará a cabo el laboratorio radicado en Alicante 'Labacua' que con cuenta con una experiencia de unos 7 años y también tiene sede en Zaragoza.

Este estudio es la segunda fase de un proyecto, que se inició hace cinco años con una inversión de 53 millones, para controlar posibles emisiones no detectadas en el Picarral para mejorar la calidad ambiental del barrio. Esta iniciativa se enmarca dentro de los objetivos que marca la Agenda Local 21 y en consonancia "con las líneas que marca la Unión Europea de diálogo social para dar salidas pactadas a los conflictos sociales", explicó la concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Campos.

El estudio lo sufragarán las empresas Saica y Syral instaladas en el barrio y es fruto del acuerdo con el Ayuntamiento de Zaragoza y la Asociación de Vecinos del Picarral. Al respecto, Campos subrayó que con este acuerdo "las empresas demuestran su responsabilidad social, la asociación vecinal participa con la aportación de ideas y desde el Ayuntamiento se manifiesta la responsabilidad administrativa y política que no suele ser algo común y que redundará en beneficio del Picarral". Campos quiso incidir en que se trata de un estudio "serio y riguroso y no hay que dar la idea de que Zaragoza huele y de que las empresas son unos agentes depredadores que hacen la vida imposible a los vecinos".

El presidente de la Asociación de Vecinos del Picarral, Juan José Jordá, mostró el compromiso de su asociación para "seguir trabajando hasta encontrar una solución final" y confió en que una vez concluido el estudio "se inicie otra fase y se elimine el olor si se puede".

Estudio olfatométrico

El estudio olfatométrico lo impulsan las industrias Saica y Syral Iberia con la supervisión de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Zaragoza y la Asociación de Vecinos del Picarral.

El estudio se llevará a cabo siguiendo las directrices de la norma alemana VDI-3940 de reconocido prestigio internacional. En España todavía no existe normativa ni legislación en materia de olores y el proceso de selección de los "olfateadores" precisará varias semanas para una vez entrenados iniciar los trabajos de detección de olores.

El coordinador medioambiental de la empresa Syral, Leonardo González, relató que se trata de una "metodología rigurosa y fiable en la que se sustituye el aparataje por la nariz humana".

Los puntos de medida conformarán dos mallas. Una será la malla principal de una superficie de 2,8 kilómetros por 2,8 kilómetros con una separación entre los puntos de 350 metros, lo que supondrá 64 puntos.

Se establecerá otra malla densa de 700 metros x 1.400 metros con una separación entre puntos de 175 metros, formada por 30 puntos y más próxima a las fábricas de Saica y Syral. Lo que en total supondrá 94 puntos de detección de olores.

Olfateadores

La duración del estudio será de un año y contará con mediciones de 104 días, que se realizarán teniendo en cuenta todas las condiciones meteorológicas y se repartirán entre días laborables y festivos, en turnos de mañana, tarde y noche para disponer de un muestreo muy representativo.

Las mediciones en campo se llevarán a cabo mediante un grupo de 15-20 panelistas (los "olfateadores") que serán seleccionados por la empresa Labacua de acuerdo a los criterios establecidos por la norma UNE-EN-13725.

Así, se elegirán hombres y mujeres indistintamente, con edades comprendidas entre los 18 y 50 años y cuyo umbral de percepción ha de ser medio. Tiene que estar en el rango de 20-80 p.p.b. de butanol (partes por billón), que es la sustancia que se utiliza como patrón para calibrar a los panelistas (es decir, se estudia su reacción ante diversas concentraciones del gas). Si tienen un umbral de percepción mayor (por debajo de 20 p.p.b.) o menor (por encima de 80 p.p.b.) los candidatos no cumplirían el criterio de exactitud y, por tanto, no podrían ser seleccionados como panelistas.

Además, hay que comprobar que los candidatos no cumplen el criterio de exactitud por suerte. Para ello se comprobará la repetitibilidad de los candidatos por medio de unas pruebas que se realizan en 3 días no consecutivos.

También, cada semana de medida se comprobará el criterio de exactitud de los panelistas. La empresa encarga del estudio está acreditada por ENAC (Entidad Nacional de Acreditación) para realizar este tipo de trabajos.

Saica y Syral iniciaron su actividad empresarial en el Picarral en 1943 y 1964 respectivamente. Desde entonces, ambas compañías han desarrollado un amplio programa de inversiones encaminadas a compatibilizar la actividad industrial con el crecimiento residencial de la zona.