La Policía Local de La Almunia descubrió a principios de esta semana un caso de presunta explotación laboral dentro de la propia familia. Por esas fechas, los agentes detuvieron a un hombre de nacionalidad rumana al que acusan de obligar a su madre, minusválida y sentada en una silla de ruedas, a ejercer la mendicidad a la puerta de los supermercados de la localidad de Valdejalón.

Lo más raro del caso, según fuentes municipales, es que el detenido, F. G., de 32 años, "no tenía conciencia" de estar cometiendo ningún delito "ni le importaba la salud" de su progenitora, que pasaba largas horas pidiendo, provista únicamente de un bocadillo y una botella de agua.

La mendiga, que se hallaba en unas deplorables condiciones sanitarias y de higiene, fue observada por una patrulla de la Policía Local de La Almunia el pasado día 13, sobre las siete de la tarde.

Los agentes se dirigieron a ella para identificarla y comprobaron que no hablaba español, no portaba documentación y no podía valerse por sí sola. Solo llevaba algo de pan y una bolsa de agua. Tras averiguar que su hijo, la única persona encargada de su cuidado, reside en Terrer, la Policía lo localizó y le pidió que se acercara al lugar de los hechos, adonde tardó varias horas en llegar.

F. G. fue interrogado y aseguró que para él es una práctica habitual dejar a su madre sola en los párkings de los establecimientos comerciales para que pida dinero a los viandantes que pasan junto a ella.

El sospechoso manifestó asimismo que no le preocupaba el estado de su progenitora y que todas las mañanas la trasladaba al lugar elegido para pedir, le daba una botella de agua y un bocadillo y se marchaba. En este sentido, el detenido afirmó que creía que actuaba correctamente y que no había nada malo en su conducta.