El libro 'Confederación Hidrográfica del Ebro: 1926-2001. Apuntes para una historia', de Mariano Barrera, repasa 75 años de historia del organismo, dando buena cuenta de las circunstancias que ha vivido la Confederación a lo largo de su historia, de las grandes infraestructuras hidráulicas que ha creado y, especialmente, de los aspectos institucionales relacionados con un organismo que, según su actual presidente, José Luis Alonso, ha sobrevivido al paso del tiempo porque "es necesario y porque engancha, ya que crea un espíritu especial en sus trabajadores".

El volumen ha sido presentado hoy en las instalaciones de la CHE en Zaragoza en una rueda de prensa que ha contado con la presencia del presidente de la Confederación, José Luis Alonso; el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández; el autor del libro Mariano Barrera, y el responsable de la editorial Prames, Modesto Pascau. Asimismo, han participado en la presentación el subdelegado del Gobierno en Aragón, Juan José Rubio; y anteriores presidentes del organismo de Cuenca, como Eugenio Nadal, Antonio Aragón, Tomás Sancho, y Carlos Pérez Anadón (actual primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza).

El autor del libro, Mariano Barrera explicó que la principal motivación que le llevó a escribir este texto, así como a reunir las fotografías que lo ilustran, es que la CHE "ha estado presente en mi memoria desde que tengo uso de razón". En su juventud, "cuando paseábamos por la Avenida de la República --hoy Paseo de Sagasta-- veníamos a ver desde un solar con tapias como jugaban las chicas al fútbol, y en ese solar se creó un edificio que no sabíamos bien que era", y que se convirtió en la sede de la Confederación.

De esta manera, Barrera conoció un organismo al que ha dedicado "38 años" de su vida. El autor fue secretario general del organismo entre 1986 a 1991, lo que avala su conocimiento sobre esta institución y además, cuenta con la Encomienda de Número al Mérito Civil por sus años de servicio a la administración.

El libro era "en principio, para celebrar en el año 2001 el 75 aniversario de la Confederación, pero no pudo ser entonces y hace poco José Luis Alonso me sugirió editarlo". Como consecuencia de esta proposición, la editorial Prames ha puesto a disposición del público 2.000 ejemplares del libro.

El volumen comienza con una introducción "en la que centro los ejes históricos y sociales en los que se produce el origen de la Confederación", en el año 1926 durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera en España. A continuación se repasa "el marco institucional y normativo de la Confederación, algo por lo que siempre ha despertado interés este organismo", así como los órganos de Gobierno de la CHE.

Por último, "cierro el libro con un capítulo dedicado a realizar balance de la actuación, a lo largo de su historia, del organismo". Así, el autor ha dividido la historia de la CHE en distintas etapas. De 1926 a 1930, "fueron los años de la ilusión, porque el organismo acababa de nacer"; entre el 31 y el 35 se vivieron "años difíciles", porque la República "curiosamente, quitó la capacidad de participación a la CHE", indicó el actual presidente José Luis Alonso; de 1936 a 1939 se produjo la Guerra Civil; y entre los años 40 a 46 "la historia de la CHE es la historia del uso de las técnicas de supervivencia", tras la guerra.

El siguiente periodo es de 1947 al 58, los años de la autarquía; entre 1959 y 1970 "se vivió lo que para mí fue la década prodigiosa, porque en ese periodo se gestan la mayor parte de las grandes obras hidráulicas", señaló Barrera; entre el 71 y el 75 se vivieron los años del trasvase; y hasta 1982 "se abrieron nuevos horizontes". De 1983 a 1989 "fueron años de batalla por la modificación de la ley de aguas", y por último, el periodo que va de 1990 a 2001 "es lo que llamo el pasado inmediato de la Confederación Hidrográfica del Ebro".

UN ORGANISMO NECESARIO

Por su parte, el presidente de la Confederación, José Luis Alonso, señaló que "hoy volvemos la vista atrás, pero para dar un salto hacia adelante porque hay que adecuar al organismo al siglo XXI", aunque la CHE "ha sobrevivido a muchas cosas" y desde sus inicios ha sido una institución participativa y democrática, añadió.

La Confederación nació en 1926, en plena dictadura de Primo de Rivera. "Se creó entonces un organismo democrático en un momento en que no había otros, no sólo para defender los intereses de los regantes sino también para multiplicar las posibilidades de la zona y crear riqueza", indicó.

Desde entonces, la CHE ha vivido "épocas muy variadas, desde grandes avenidas a periodos de sequía, y a todo ha logrado sobrevivir. Me pregunto cómo es posible que haya pervivido y por qué" se cuestiono Alonso. En este sentido, "creo que ha logrado pervivir porque es y era un organismo necesario" ya que "hace falta una gestión unitaria de la cuenca, muy participativa y que genere riquezas en la zona", y en segundo lugar, "porque crea un espíritu especial dentro de los trabajadores de la casa".

Por este motivo, el libro, además de repasar la historia de la Confederación y su labor, es también "un recuerdo al trabajo y el esfuerzo de todos los trabajadores de la casa", concluyó José Luis Alonso.