Santa Cruz de Nogueras es un pueblo alto, acurrucado entre las sierras de Herrera y de Oriche, en la comarca de Calamocha. Con menos de medio centenar de habitantes, cae lejos de los principales ejes de comunicación, pero desde hace poco tiempo ofrece a un atractivo que hace que merezca pasarse por esta localidad turolense rayana con la provincia de Zaragoza.

Se trata del Museo de los Mares Paleozoicos en Aragón, uno de los primeros de su especie en la comunidad, que expone réplicas de fósiles marinos de hace 400 millones de años. "La idea es que el centro de interpretación se muestre a escolares y a grupos de visitantes para darle vida a esta parte de Teruel", afirmó Gregorio Gurría, alcalde de Santa Cruz.

Y lo cierto es que, poco a poco, el turismo empieza a llegar a ese rincón turolense, que también es accesible por la autovía Mudéjar, aunque a partir de Badules o Ferreruela sea preciso tomar carreteras secundarias.

EN EL ANTIGUO HORNO El museo se halla en el solar del antiguo horno del pueblo. El edificio, que es obra de Lorente Arquitectos Ingenieros, ha costado 170.000 euros, si se tiene en cuenta además el precio de amueblarlo y dotarlo de un sistema de calefacción y aire acondicionado.

Los montes que rodean Santa Cruz abundan en fósiles de peces, vestigios de una era remota en que el valle del Ebro era territorio sumergido. "Hace años que venía por aquí un alemán, Peter Carls, que era muy aficionado a los fósiles y ha tenido un papel activo para que se haga el museo", explicó Gurría, que reconoce que, cuando era niño, los vecinos no daban importancia a "esas piedras que se encontraban por todas partes".

Carls, que es toda una autoridad en paleontología, guarda una estrecha vinculación con Santa Cruz de Nogueras y los pueblos de su entorno. En ocasiones se ha trasladado a la zona con grupos de alumnos que han recorrido los montes buscando, recolectando y clasificando diferentes clases de fósiles.

Ahora, los visitantes que se acercan en autobús a Santa Cruz de Nogueras pueden visitar el museo, pero además se les ofrece la posibilidad de recorrer una corta distancia para visitar un yacimiento paleontológico.

Las instalaciones del exitoso centro están situadas junto a la iglesia parroquial de la localidad. Cuenta con una sala de exposiciones permanentes y otra polivalente, así como con un taller. Los visitantes pueden interactuar con el contenido, que se muestra también en una proyección explicativa.

Además existe un laboratorio en el que reciben nociones del trabajo que realizan los paleontólogos. Los responsables del espacio son Enrique Villas y Zarela Herrera, que mantienen vivo el museo para que todavía incremente más su tirón.