Un viceministro norcoreano estuvo al borde de la muerte durante la Expo del 2008, según reveló a Efe una alta fuente oficial, que calificó este hecho como el "peor trago" del acontecimiento por temor a un conflicto diplomático. El viceministro tuvo que ser ingresado de urgencia en el Hospital Clínico zaragozano, donde se le diagnosticó un galopante cáncer de hígado y su estado fue calificado por los médicos de "muy grave", según la fuente, que ha pedido el anonimato.

El viceministro formaba parte, como invitado, de la comitiva de Corea del Sur a la Expo, en una práctica habitual surcoreana de "acercamiento" entre los dos países, separados por el Armisticio de 1953. Corea del Norte, cuyo jefe de Estado ha muerto esta pasada semana, es uno de los países más herméticos del mundo, gobernado por una férrea dictadura comunista y apenas tiene contacto con el exterior.

A las autoridades españolas, que llevaron el asunto con "suma discreción", se les planteó la disyuntiva de tratar la grave enfermedad del personaje con el consiguiente riesgo de muerte en suelo español o dejarlo marchar, como exigía la delegación norcoreana, y que perdiera la vida en el largo viaje de regreso a su país. Las autoridades españolas optaron por dejar al viceministro en Zaragoza, donde fue tratado de su cáncer durante más de 40 días en el hospital, del que salió en mejor estado del que ingresó para poder volver a su país.

"Un buen día nos sorprendió la noticia: el jefe de la delegación estaba ingresado en Urgencias en un hospital zaragozano" y "a partir de ahí, un sin vivir, corre que te corre, a verlo, a hablar con los médicos, a asimilar el susto y lo peor, sus posibles consecuencias", relató la fuente. "Está muy grave, mucho, decían los médicos. Si se nos muere, mal y si quiere volver a su país en tales condiciones, peor, ya que, según el pronóstico, era prácticamente imposible que pudiera resistir tan largo viaje".

Los médicos contaron a las autoridades que el viceministro tenía cáncer de hígado, con graves dolencias, y había sido tratado por sus compatriotas con unos remedios "nativos" sin medicinas, consistentes en una "dieta exclusiva a base de tripa de cerdo y vísceras". La jefa y "comisaria política" de la delegación coreana quiso sacar al viceministro del hospital "y nos temimos lo peor, un alta voluntaria con difícil pronóstico". La delegación había viajado en vuelos baratos, durante cuarenta horas, un tiempo que, según los médicos aragoneses, el paciente "ya no tenía".

"Sabemos -dice- que llegó vivo, pero desconocemos durante cuánto tiempo, ya que, según los médicos aragoneses, no sería mucho, pero al menos no murió aquí, lo que nos evitó un buen conflicto".