Una banda bien organizada consiguió ayer dar un rocambolesco golpe en la estación de esquí de Formigal, con secuestro incluido, y hacerse con 24.000 euros, una parte sustancial de la recaudación de la jornada. Sobre las 10.30 horas, varios individuos no identificados salieron al paso de dos empleados del centro invernal que iban de terminal en terminal en un vehículo recogiendo los ingresos de los abonos del día.

El inesperado asalto se produjo en el estacionamiento de los remontes de Anayet. Uno de los ladrones esgrimía un revólver con el que encañonó a los trabajadores y les exigió que entregaran el dinero. Acto seguido, los obligó a sentarse en el asiento de atrás de su propio coche, mientras otro asaltante se ponía al volante.

De esta forma, sin dejar de apuntarles con el arma, recorrieron los 12 kilómetros que separan esa parte de la estación de Formigal del desvío de Panticosa. En ese punto los esperaban dos cómplices en otro vehículo, listos para darse a la fuga.

Pero, antes de eso, había que impedir que los empleados de la estación, perteneciente al grupo Aramón, avisaran de lo sucedido a su empresa y a la Guardia Civil. Con el fin de tener más tiempo para escapar, ataron a uno de los trabajadores y lo introdujeron a la fuerza en el maletero de su vehículo. Al otro le propinaron una paliza, lo ataron igualmente y lo encerraron en la parte de atrás del coche.

Realizada esta operación, los asaltantes, que podrían ser en total cuatro personas, montaron en el vehículo que les esperaba y abandonaron el lugar en dirección desconocida. Nadie se lo impidió, pues cuando el trabajador atado en el asiento trasero logró soltarse y dar la voz de alarma ya debían de estar lejos.

Los ladrones podrían haber optado por la frontera, pero eso suponía regresar a Formigal y aventurarse por una vía que, en la vertiente francesa, quizá estuviera cubierta de nieve. La otra solución era ir hacia Sabiñánigo por una carretera despejada.

La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía en Jaca se han hecho cargo de la investigación de un caso que recuerda al acaecido hace una semana en la estación de esquí de Valdelinares. En este centro invernal, los ladrones practicaron un butrón en el tejado del edificio de servicios en la noche del 17 al 18 de febrero y se hicieron con un botín de unos 100.000 euros.

Después, según todos los indicios, asaltaron un restaurante de la autovía A-23, en La Puebla de Sarrión, y robaron la recaudación de las tragaperras.