Una mujer y su bebé fallecieron en la madrugada del pasado martes en el hospital Ernest Lluch de Calatayud durante el proceso del parto. Al parecer, la madre, de 31 años y vecina de Nuévalos, sufrió una doble rotura de útero y el niño nació muerto. Sus familiares han anunciado su intención de interponer una denuncia contra los ginecólogos que atendieron a la parturienta por la presunta comisión de un delito de negligencia médica.

Sin embargo, fuentes de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón indicaron que, pese a que el parto estaba programado y todo iba bien en principio, "se produjo una falta de progresión normal del parto" y "surgieron dificultades en la extracción". "Se utilizaron todos los medios necesarios para salvar a la madre y se siguieron todos los pasos que marcan los protocolos", añadió el portavoz de la DGA, que añadió que se ha abierto una investigación interna para determinar lo sucedido.

La noticia de la muerte de Pilar P. P. causó una honda conmoción en Calatayud y su comarca. "Era el primer hijo que tenía y el parto se había desarrollado con normalidad, aunque se había pasado 15 días de cuentas", comentó una vecina de Nuévalos. "Se ve", añadió, "que el útero se desgarró dos veces, aunque había sido cosido, y que el bebé nació muerto".

El cadáver de la madre, que trabajaba en una planta embotelladora de Jaraba, fue trasladado ayer a Zaragoza, a la Clínica Médico Forense, con el objeto de practicar la autopsia.

"Hemos ordenado colocar las banderas a media asta", manifestó Manuel Peiró, alcalde de Nuévalos, que explicó que los vecinos de la pequeña localidad, próxima al Monasterio de Piedra, "estamos que no acabamos de creernos lo que ha sucedido".

El pueblo era ayer un hervidero de rumores. "Se comenta que quizá no había sangre suficiente y que, tras probar con el fórceps, hubo que realizar una cesárea", manifestó un residente. No obstante, estas conjeturas fueron radicalmente desmentidas por el Gobierno de Aragón, que insistió en que la madre había recibido todos los cuidados requeridos por la situación.