La instrucción del caso judicial abierto por la destrucción del yacimiento prehistórico existente en la cueva de Chaves, en el término de Casbas de Huesca, ha llegado a su fin.

Sin embargo, tras un largo periodo de investigación, el juez encargado del asunto solo ha imputado a una persona, Vitorino Alonso, administrador de la empresa Fimbas.

Según el auto emitido por el Juzgado de Instrucción número 3 de la capital oscense, Alonso es responsable, presuntamente, de un delito patrimonial, que lleva aparejadas penas que oscilan entre uno y tres años de prisión.

Los hechos se remontan al año 2007 y ocurrieron durante unos trabajos llevados a cabo para la construcción de unas pistas dentro del denominado coto de Bastarás. En el curso de la obra fue preciso realizar grandes movimientos de tierras que provocaron el desprendimiento de parte de la techumbre de la cueva prehistórica, que albergaba pinturas del Neolítico valoradas en más de 14 millones de euros. Como consecuencia de ese accidente, los restos pictóricos, de gran valor cultural e histórico, resultaron totalmente destruidos.

Durante la instrucción, el administrador trató desmarcarse de la acusación que pendía sobre él alegando que desconocía la existencia de las pinturas y que solo conocía el coto de Bastarás porque solía ir allí a cazar.

En la resolución judicial, el juez levanta la imputación sobre otros tres responsables de Fimbas y una segunda empresa, por considerar que se trata de meros hombres de paja o pantallas para ocultar la auténtica responsabilidad por el grave suceso.