La nueva Unidad de Mediación de Policía Local en Zaragoza comenzará a trabajar «antes del verano», si se cumplen las previsiones del Ayuntamiento de Zaragoza, que ya ha abierto la convocatoria para cubrir sus diez plazas de agentes y las dos de oficiales. Si todo va como está previsto, en marzo se desarrollará el proceso de selección de los candidatos, y estos comenzarán su formación especializada en resolución de conflictos para que la unidad pueda estar operativa antes del verano.

Así lo explicó ayer la concejala delegada del Cuerpo, Elena Giner, en un encuentro con los medios para ampliar la información sobre el preacuerdo cerrado con varios sindicatos policiales la semana pasada, condicionado a una negociación sobre los calendarios -turnos de trabajo- que debería cerrarse este mes. «Confiemos en que así sea», expuso.

CONFLICTOS / Uno de los aspectos del preacuerdo era la puesta en marcha de esta Unidad de Mediación que, según explicó ayer, se encargará de interceder en conflictos vecinales de los que se tenga noticia a través de diversas vías, desde una intervención policial a una de Servicios Sociales, pasando por la propia reclamación en el consistorio. Estos conflictos pueden abarcar desde los ruidos del vecino a la limpieza en zonas comunes o jugar a la pelota donde no se debe; problemas aparentemente de poca entidad pero que pueden ser muy molestos si se enquistan.

El trabajo de la unidad, aclaró la concejala, «no sustituye» a la intervención policial habitual, pero sí es una «alternativa» de mediación comunitaria con una figura revestida de «más autoridad» de la que puede tener un trabajador social, como es un agente de policía. Todos los miembros del Cuerpo reciben formación en mediación, pero los de esta unidad, que trabajarán por parejas, tendrán obviamente una especialización mayor.

Dentro de este modelo policial de proximidad estratégica, el acuerdo también reflejaba la puesta en marcha de una prueba piloto que, como publicó este diario y confirmó Giner, se desarrollará probablemente en el barrio Oliver, del que además la concejala es jefa de la junta de distrito.

Por primera vez alguien del consistorio precisó en qué se diferencia su filosofía de Policía Local de la de Barrio instaurada por Rudi. Esta, a imitación de muchas otras de los años 90, se basaba en un amplio despliegue, tanto de agentes para tener presencia en la calle como de comisarías, cuyo coste prohibitivo acabó por hacerlo inviable, explicó Giner.

El modelo de proximidad que plantea ZeC, sin embargo, además de reducir costes -se unifican los cinco sectores actuales en tres, para simplificar estructuras de mando intermedio-, requiere menos personal porque los agentes al cargo de cada distrito, con la figura del Enlace Ciudadano, estarán en contacto con representantes vecinales, tanto de las juntas de distrito como de entidades sociales, para conocer mutuamente las necesidades y problemas de la zona y los agentes.

Giner destacó el «gran hito» que supone este preacuerdo, tras más de una década de absoluto bloqueo en cuanto al asunto de los calendarios, y destacó el esfuerzo que el consistorio está haciendo con la Policía Local, con las 105 plazas (47 de nueva incorporación, el resto ascensos) que quiere tener listas antes de final de este año.