El Ministerio de Medio Ambiente ha adjudicado el proyecto y ejecución de las obras de la presa de Mularroya, azud de derivación y conducción en los términos municipales zaragozanos de La Almunia de Doña Godina, Chodes y Ricla, por un importe de 128.967.820 euros. Los Presupuestos Generales del Estado ya contemplan para el 2005 una partida de 16 millones para el proyecto.

La firma adjudicataria de las obras ha sido la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Necso, Entrecanales, Cubiertas SA y Sacyr SA, según un comunicado del ministerio, en el que se señala que la presa de Mularroya y el resto de las actuaciones previstas se encuentran integradas en el Plan Hidrológico Nacional.

En el proyecto se justifican, describen y valoran las obras que constituirán el sistema de regulación del Bajo Jalón, y que están integradas por la presa de Mularroya en el río Grío, un azud de derivación en el Jalón y un túnel de conducción que conectará el vaso creado por el azud con el vaso del embalse.

El sistema permitirá el riego de los terrenos situados en el Bajo Jalón, además de garantizar el abastecimiento a las poblaciones de la zona, la previsible demanda industrial en auge y el mantenimiento del caudal ecológico de los ríos Jalón y Grío.

Además de las obras descritas, el proyecto incluye variantes de carreteras y diversas medidas correctoras de impacto ambiental.

IMPACTO AMBIENTAL La Declaración de Impacto Ambiental, con fecha 25 de noviembre de 2003, resultó favorable a la ejecución de las obras del proyecto, con las medidas preventivas, correctoras y compensatorias que en la misma se establecen y para las que se dedican capítulos presupuestarios específicos, según recuerda el Ministerio de Medio Ambiente en su comunicado.

La adjudicación de la obra se realiza un año después de que se iniciara el periodo de licitación de la misma. El pantano, que tendrá una capacidad de 103 metros cúbicos, es el tercero más grande que se contempla en el Pacto del Agua.

Con este proyecto se pretende consolidar alrededor de 20.000 hectáreas de regadío, la mayoría de ellas de frutales, y asegurar el agua para otras tantas en periodos de sequía. Incluso se confía en poner en cultivo más de 5.000 nuevas hectáreas.

La puesta en funcionamiento de la presa podría contribuir a evitar cíclicas guerras de agua en la cuenca entre los agricultores de la comarca de Calatayud y los de Valdejalón por la utilización de los caudales procedentes de La Tranquera.