El Instituto de Nanociencia de la Universidad de Zaragoza lidera un proyecto que tiene como objetivo el desarrollo de fármacos inteligentes que puedan dirigirse hacia la zona afectada por una enfermedad, como el cáncer, mediante la utilización de nanopartículas. El tamaño de estos cuerpos son un billón de veces más pequeño que un metro. En la investigación, bautizada como Nanotecnologías en biomedicina (NANOBIOMED), participan además el Instituto de Ciencias de Materiales de Aragón y otros siete centros de Cataluña y Galicia.

El director del Instituto de Nanociencia de Aragón, Ricardo Ibarra, científico encargado de la coordinación del proyecto, explicó ayer que el objetivo de los trabajos es mejorar la situación actual de los sistemas de prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer, una enfermedad cuya curación todavía está muy lejana y que algunos científicos cifran en un periodo no inferior a un cuarto de siglo.

Para ello, agregó, la investigación se centra en la aplicación de las nuevas tecnologías basadas en la miniaturización extrema al campo de la salud con la idea de preparar y caracterizar nuevos materiales para el desarrollo de fármacos inteligentes.

El proyecto tiene una doble finalidad. Por una parte, se centra en la mejora de la acción terapéutica para el tratamiento de las enfermedades y, por otra, en el desarrollo de las posibilidades de diagnóstico. La iniciativa aúna la experiencia de científicos relevantes de diferentes áreas como la física, la química, la bioquímica, la farmacia y la medicina, explicó Ibarra.

LANZAMIENTO En el programa se utilizarán nanopartículas a las que se les dotará de propiedades para "lanzar los medicamentos hacia las zonas del cuerpo malignas evitando los efectos secundarios no deseados", especialmente importantes en el tratamiento del cáncer, anotó.

El plan diseñado por los científicos incluye la investigación de nuevos biosensores que posibiliten la detección de enfermedades de manera precoz, que aún se encuentren en estados incipientes. Conseguirlo facilitaría la prevención de riesgos como los accidentes vasculares o la aparición de pandemias, caso de la gripe aviar, dijo.

Además de los 4,5 millones de euros procedentes de la UE y canalizados a través del programa Consolider del Ministerio de Educación y Ciencia, el proyecto cuenta con el compromiso financiero del Gobierno de Aragón, la Xunta de Galicia y la Generalitat de Cataluña, que deberán cofinanciar el 15%.

El programa Consolider se enmarca en la iniciativa gubernamental Ingenio 2010, diseñada para reducir la brecha en cuanto a esfuerzo en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), y ofrece una financiación estratégica durante cinco años a equipos formados por grupos de investigadores de alto nivel que presenten un programa de actividad investigadora a desarrollar conjuntamente.