Tras la tempestad llega la calma. Después de que, el pasado lunes, las urgencias del hospital Miguel Servet de Zaragoza registraran una afluencia histórica, el centro ha recobrado cierta normalidad en las últimas horas, lejos de cualquier colapso o saturación.

Así, el pasado martes, los casos atendidos bajaron notablemente respecto al día anterior. De los 660 registrados el lunes entre los tres hospitales --Hospital General, Maternidad e Infantil-- se pasó a 528 pacientes --338 en el General, 66 en Maternidad y 124 en el Infantil-- apenas 24 horas después, aunque la cantidad sigue por encima de la media habitual en estas fechas.

La recuperación de cierta tranquilidad, corroborada por el propio personal, propició que el centro no se viera obligado a seguir desprogramando intervenciones quirúrgicas, algo que sí hizo el pasado martes. Entonces, una decena de operaciones no urgentes que requerían ingreso fueron aplazadas y sustituidas por procesos ambulatorios de cara a liberar camas para destinarlas a casos graves procedentes de Urgencias.

En todo caso, fuentes del Servet aseguraban que toda la actividad oncológica quirúrgica se había mantenido. Así, las operaciones aplazadas fueron, principalmente, de esguinces y juanetes mientras que los huecos que quedaron libres se destinaron a operar a pacientes de Traumatología que habían tenido que ser hospitalizados por Urgencias y que requerían ser operados, "con lo que la actividad quirúrgica se ha mantenido con pacientes ingresados", incidieron desde el hospital. En total, los cambios afectaron al 7% de su actividad quirúrgica diaria.

La reprogramación fue la segunda en este año, después de la que del 18 de febrero, cuando se aplazaron 6 intervenciones.