La Universidad de Zaragoza trabaja en la elaboración de un protocolo que poner en marcha el próximo curso para unificar las medidas y actuaciones que deberán adoptarse ante un alumnos transexuales, transgénero e intersexuales para facilitar su adaptación y su bienestar.

La vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la institución académica zaragozana, Ángela Alcalá, ha manifestado a Efe que el equipo rectoral siempre ha tenido mucha sensibilidad hacia estos asuntos y ha colaborado con los alumnos afectados que les han pedido ayuda.

Al no existir en vigor una norma autonómica al respecto (aunque está en tramitación la ley aragonesa de identidad y expresión de género e igualdad social y no discriminación), la Universidad ha tomado cartas en el asunto y ha puesto en marcha una encuesta, que está teniendo un índice de participación "altísimo", según Alcalá, entre toda la comunidad universitaria.

A la vez, y cuando los datos estén sobre la mesa, se va a crear una mesa de trabajo, con la participación de asociaciones LGTB y de personas transexuales y transgénero, profesores y alumnos, para que de este grupo salga el protocolo que se quiere implementar ya el próximo septiembre.

El protocolo analizará cuestiones como el cambio de nombre de pila en los documentos internos de la Universidad, la posibilidad de habilitar baños mixtos o la necesidad de organizar jornadas y charlas de sensibilización y visualización.

Es "importantísimo" que salga este protocolo, ha agregado, también para superar las reticencias de algunos profesores que, ha reconocido, se resisten a cambiar el nombre de sus alumnos transexuales en las listas de clase o de exámenes por no ser algo que prevea la normativa estatal o autonómica general.

Desde el vicerrectorado intentan mediar en estos casos para que los chicos y chicas transexuales puedan cambiar su nombre en todos aquellos casos en los que no se trate de documentación oficial, puesto que entonces éste debe de coincidir con el expresado en el DNI, ha explicado.

El año pasado sí que hubo un caso en el que se cambió el nombre de un alumno en las listas no oficiales y están "en ello" con otro caso este curso.

La Universidad de Zaragoza, según Alcalá, es "consciente" de que existe un problema y tiene su propia oficina para atender estos casos, en la que presta orientación y deriva a los jóvenes, por ejemplo, a asesorías psicológicas y sexológicas gratuitas.

Ha incidido en que estos jóvenes han pasado, por lo general, unas etapas educativas iniciales "muy difíciles" y que piensan que al llegar a la Universidad "todo va a ser diferente" y que "se les van a abrir las puertas".

Pero a veces esto no sucede así y para revertir la situación es para lo que se está trabajando, ha añadido la vicerrectora, también para que la gente "no banalice" sobre el tema ni juzgue a estos chicos.