El año laboral es duro y cuando llegan los meses de verano todo el mundo necesita unas vacaciones. Sin embargo, no todos pueden permitirse gastar una parte sustancial de lo ganado en pasar unos días fuera: según el INE, una de cada tres familias no puede realizar una semana de vacaciones al año. Por ello, cada vez son más los que apuestan por pasar unos días en una segunda residencia en el pueblo, la playa o la montaña.

Sin embargo, no es necesario renunciar tan pronto a unos días en un lugar distinto al que uno acostumbra. Hoy en día, existen plataformas de intercambio de casas, un trueque puro, sin cantidades económicas de por medio, para poder pasar unas vacaciones en diferentes partes del mundo. Se estima que, gracias a esta práctica, las familias pueden ahorrarse cerca del 58% del presupuesto vacacional, unas cifras que justifican su auge.

En España, esta iniciativa está gestionada principalmente por dos plataformas: GuesttoGuest e IntercambioCasas. Su funcionamiento es el siguiente: los interesados únicamente tienen que registrar su vivienda -especificando características como la ubicación, el número de habitaciones y servicios como la conexión wifi-, y ponerse en contacto entre ellos a través de la plataforma elegida para realizar el intercambio, que puede ser recíproco o no. En este caso, los usuarios se alojan en otra vivienda sin tener que recibir a nadie en la suya propia y a cambio reciben puntos para hacer uso de otras estancias. De hecho, este sistema de puntos es uno de los pilares de la filosofía de GuesttoGuest, ya que en la entidad son conscientes de que, a menudo, los intercambios recíprocos son complicados de organizar porque los intereses de los viajeros no coinciden plenamente.

En Aragón, el número de casas inscritas entre ambas plataformas supera el millar, frente a las más de 35.000 que existen en toda España. Según GuesttoGuest, el 78% de las personas que visitan la comunidad son españoles, de los cuales el 60% vienen de Cataluña, seguido de los franceses. Como invitados, los aragoneses visitan principalmente otros lugares de España y Francia, seguidos de países como Marruecos, Portugal o Irlanda. Una tendencia que en 2018 está experimentando un auge sin parangón: según la misma plataforma, el número de intercambios en Aragón se ha triplicado respecto a 2017, y los aragoneses han realizado un 167% más de intercambios como invitados.

España ya es el segundo país que más utiliza el intercambio de casas, solo por detrás de Francia. Las comunidades preferidas para el intercambio son, por este orden, Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Los usuarios más frecuentes son familias con hijos, mientras que el motivo principal por el que hacen uso de estas plataformas es el ahorro, seguido de la comodidad. A nivel europeo, se estima que un 12% de las familias estaría dispuesto a intercambiar su casa para viajar, según un estudio de Ipsos Consulting.

Y es que el proceso es tan sencillo que puede parecer algo precario para los clientes. Sin embargo, ambas entidades desarrollan mecanismos para garantizar la máxima seguridad. Por ejemplo, los registrados en GuesttoGuest deberán pagar una cuota fija de 10 euros por noche para beneficiarse de un servicio de asistencia las 24 horas del día, todos los días de la semana, un seguro de cancelación y de accidentes. En IntercambioCasas se paga una cuota anual de 130 euros, donde están incluidas todas estas cuestiones.

Este nuevo proyecto ofrece varias ventajas. La primera es económica: al margen de la cuota que se abona por los servicios ya mencionados, no se llevan a cabo transacciones monetarias entre los usuarios, por lo que las empresas no tributan por estas actividades. Además, el intercambio es más directo, ya que, para GuesttoGuest, la hospitalidad y la amabilidad son la esencia del trueque.

Esta iniciativa no es sino un ejemplo más de que, en tiempos de restricciones económicas, el ingenio se agudiza y la gente se las arregla para no renunciar a aquello que le permite desconectar.