Un tratamiento made in Aragón está obteniendo una elevada eficacia en la lucha contra el mejillón cebra, la especie invasora que está poniendo en jaque a toda la cuenca del Ebro por su rápida proliferación y sus nocivos efectos en las infraestructuras hidráulicas. Se trata de una gama de biocidas que está comercializando la empresa de tratamientos de aguas OX-CTA, con sede en el parque tecnológico Walqa de Huesca, que logra niveles de mortalidad del 99%, tanto en larvas como en ejemplares adultos.

Desde allí, ha trabajado ya con más de 100 comunidades de regantes en España y en más de 300.000 hectáreas. En algunos de los puntos de actuación, el producto ha logrado incluso controlar la proliferación del mejillón cebra durante más de seis años. La experiencia en la aplicación de este producto cuenta con un ejemplo de excepción, la comunidad general de Riegos del Alto Aragón, donde se ha logrado eliminar las larvas y los ejemplares adultos de mejillón cebra presentes en la red hídrica. "Esta es es una de las comunidades de regantes más numerosas de España y por eso representa un hito en la lucha contra esta especie invasora en España", relata la responsable de márketing de la empresa, María José Avellana.

Experiencia

En Riegos del Alto Aragón el primer tratamiento se aplicó en el año 2013 e, indican desde la empresa, todas las instalaciones hídricas han quedado libres del mejillón adulto. La captación de agua se realizaba desde el canal de Monegros y se contaba con una balsa de regulación de 195.000 metros cúbicos. La estrategia que se planteó fue la realización de un tratamiento reactivo puntual en toda la red de riego de esta comunidad con productos 100% biodegradables.

El producto, en concreto, cuenta como ingrediente activo principal, con el peróxido de hidrógeno estabilizado. El tratamiento presenta un duración reducida y, una vez transcurrido el tiempo de contacto recomendado, se puede hacer un uso normalizado del agua. "Es un producto 100% biodegradable, que garantiza el uso posterior del agua y en caso de agricultura no produce fitotoxicidad al cultivo", indica Avellana.

Para aplicar el producto, fue necesario adecuar la red para la distribución del tratamiento y también acondicionar el sistema de bombeo para dosificar el biocida. Fue necesaria la puesta en carga de la red hasta obtener una presión de entre 6 y 7 kilos por centímetro cuadrado, mientras se llevaba a cabo su llenado de la red, y la comprobación de la distribución del tratamiento por toda la red (1.500 hectáreas). Esta se prolongó a lo largo de 8 horas, y el tiempo de contacto mínimo recomendado fue de 24 horas. Entre 7 y 15 días después de la actuación, se procede a abrir puntos finales-desagües para eliminar la mayor cantidad posible de valvas de la red, evitando así la obturación de los filtros. Y el agua procedente del tratamiento, puede utilizarse para el riego directamente, durante y después del tratamiento.