Los andenes de la estación Intermodal de Zaragoza se llenan cada día de las historias cruzadas de los viajeros que cada día montan en alguno de los trenes. Se podría decir que no existe un perfil para el usuario de este servicio. Mayores y jóvenes, hombres y mujeres, estudiantes o trabajadores. Todos con un motivo para estar sentados en uno de esos vagones que llegaron a Zaragoza hace ya 150 años, concretamente a la Estación del Norte, hoy convertida en el centro cívico del Arrabal.

Mucho ha llovido desde entonces y el aspecto de los convoyes de mediados del siglo XVIII es muy diferente de los modernos AVE. Pero los vagones siguen viajando de un lado a otro con parada en Zaragoza transportando consigo miles de historias.

Por eso la capital aragonesa quiere rendir homenaje a este medio de transporte con una serie de actos que se desarrollarán durante todo el mes de octubre. Un ciclo de ponencias con la participación del presidente de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías, Modesto Lobón y el catedrático de Transportes de la Universidad de Zaragoza, Emilio Larrodé. Paralelo a estas charlas permanecerá abierta una exposición de material ferroviario histórico con piezas y cuadros que ilustran el paso del tiempo en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales