El astronauta francés Thomas Pesquet, quien reside en la Estación Espacial Internacional, pronto va a conocer la capacidad innovadora y creativa de los alumnos de 4º de ESO del instituto Valdespartera. ¿Cómo? A través del diseño que están haciendo en clase de un proyecto que aúna varios sensores de movimiento y humedad y que, en los próximos meses, será enviado al espacio. Allí, Pesquet supervisará, in situ, la idea, la ejecutará en el entorno y, posteriormente, enviará al equipo llamado Valdespartans Team los resultados.

La iniciativa forma parte del concurso Astro Pi Challenge, que organiza la Agencia Europea del Espacio (ESA). Se presentaron 350 centros educativos y se seleccionaron solo 45 experimentos. Entre ellos, el del instituto zaragozano. «Estamos emocionados, contentos y motivados con todo esto. La experiencia cuenta con una parte científica y con un apartado relacionado con el lenguaje de la programación. Eso forma parte del día a día de la asignatura Tecnología y Scientific Knowledge y es una forma diferente de motivar a los alumnos. El espacio les llama muchísimo la atención», asegura Cristina Bohanna, coordinadora del proyecto de innovación en el Valdespartera junto a la profesora Ana Ferrer.

Por el momento, al centro ya ha llegado un Astro Pi, que es un pequeño ordenador que se encuentra actualmente a bordo de la estación espacial internacional. Este aparato está equipado con una serie de sensores y accesorios con los que se pueden realizar experimentos científicos, así como una pantalla de leds, un mando tipo joystick, una cámara de visión normal y otra de infrarrojos. Sobre él trabajan los estudiantes de Valdespartera. «Hemos tenido que aprender cómo transcurre la vida cotidiana en la estación espacial y cómo puede resultar útil para los astronautas nuestro diseño», explica Bohanna.

Pesquet pidió a los estudiantes de 4º ESO dos misiones. Por un lado, ser capaces de detectar presencia humana de tripulación en el módulo Columbus de la estación, que se corresponde a Europa. «Para ello optamos por el sensor de humedad», cuenta.

Por otro, se solicitaba una prueba libre y los estudiantes propusieron medir las variaciones del campo magnético en función de si es de día o de noche. «La estación espacial orbita cada día entre la zona diurna, con el sol de frente, y nocturna detrás de la tierra. Nuestra intención es saber qué pasa con el campo magnético según su posición», apunta la profesora.

Datos únicos

Una vez que los estudiantes envíen su iniciativa, los «de vuelta» por parte de Pesquet se prevén para mediados de mayo. «Vamos a recibir unos datos únicos del espacio y eso es un privilegio. Cuando vi el correo donde nos decían que habíamos sido seleccionados me dieron hasta ganas de llorar», reconoce Bohanna.

La profesora, quien apunta que este proyecto ayuda al trabajo en equipo, cree que este concurso incentiva la «pasión» por la ciencia de sus estudiantes. Pasquet ya espera la capacidad de invención de los alumnos de Valdespartera y lo útiles que puedan resultarles sus inventos en su travesía espacial.