La declaración conjunta de Aragón, Castilla y León, Asturias y Galicia ha avivado el debate sobre la financiación autonómica. El consejero valenciano de Hacienda, Vicent Soler, afirmó ayer que le da «tristeza» que estas comunidades quieran «hacer un frente sobre temas absolutamente marginales» para el nuevo modelo, como la defensa del criterio de dispersión de la población.

Durante una intervención en el Fórum Europa Tribuna Mediterránea, Soler consideró que lo «crucial» es que las gastos básicos del Estado de bienestar, como la sanidad y la educación, están vinculados a las personas. El dirigente socialista consideró que intentar cualquier otra vinculación es «distorsionar».

A pesar de que las cuatro comunidades que han suscrito el documento están regidas tanto por el PSOE como por el PP, Soler consideró que la propuesta «le hace el juego» al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que quieren que se siga «en la lógica del 2002 y 2009» de enfrentamiento entre comunidades cuando estas tienen «mucho en común y muy pocas diferencias».

Soler reclamó para zanjar el debate que se pongan «16.000 millones de euros sobre la mesa para el nuevo sistema» ya que con eso se podrá mejorar a las comunidades que están peor, sin que las que están «bien» empeoren. El resto de argumentos los consideró «excusas de mal pagador» para no cambiar el modelo y que no hacen más que «dilatar la solución». En este sentido, Valencia pide solventar «las carencias financieras del pasado», algo a lo que se niegan las comunidades con menor deuda acumulada.

CONSEJO DE POLÍTICA FISCAL

Una vez reabierto el debate en los medios de comunicación, el Gobierno andaluz reclamó la convocatoria de la conferencia de presidentes o del Consejo de Política Fiscal y Financiera y le pidió a Rajoy que «escuche a alguien, aunque sea a los de su partido», en referencia a las peticiones de Castilla y León y Galicia.

El portavoz andaluz, Juan Carlos Blanco, calificó de «grave» el problema de despoblación que sufren las comunidades autónomas del interior y pareció conforme con el texto pactado el lunes. «Nos sumamos a esas reivindicaciones», dijo.

En medio de las dos tendencias se quedó el portavoz estatal del PP. Rafael Hernando consideró la reunión entre las cuatro comunidades como «un ejemplo de política» y destacó que no existen «diferencias insalvables» entre los socialistas y los populares a la hora de afrontar la reforma. Sin embargo, las distancias ahora parecen mucho más marcadas entre diferentes territorios.