Una de las fachadas laterales de la Iglesia de La Magdalena amaneció ayer llena de pintadas vandálicas. El templo reabrirá dentro de unos meses, después de que en junio del 2002 cerrara sus puertas para llevar a cabo una ambiciosa restauración cuyo coste ascendió a 1,3 millones de euros. La lucha contra la humedad y el arreglo del ladrillo fueron las principales labores.