Varias aves protegidas, en concreto dos buitres leonados y dos águilas reales, además de un cuervo, han muerto recientemente electrocutadas al posarse encima de un tendido eléctrico mal aislado en la comarca de Los Monegros (Huesca), según informó ayer la Sociedad Española de Ornitología (SEO)/BirdLife.

La organización ha interpuesto una denuncia a la empresa responsable del tendido con el fin de que tome las medidas necesarias para corregir los postes y poner de manifiesto la necesidad de que se hagan las revisiones pertinentes.

En una nota de prensa, la sociedad destacó que la gravedad del caso es doble por la reiteración en la zona de casos de electrocución de aves (a pesar de que los apoyos cuentan con un sistema de aislamiento que no está funcionando) y por las especies que se han visto afectadas.

«Los apoyos cuentan con un sistema de aislado de las partes susceptibles de provocar electrocución pero no están funcionando como se ha comprobado», apuntó en la misma nota de prensa el delegado de la organización en Aragón, Luis Tirado, quien añadió que «existen anteriores casos de electrocución en este mismo punto».

Al respecto, Tirado incidió en que «no consta un seguimiento por parte de la compañía eléctrica, ni por parte del Gobierno de Aragón». SEO/BirdLife considera que, debido a las características del terreno, los fustes parecen un apoyo natural de numerosas aves, por lo que la ubicación se podría considerar un «punto negro».

La sociedad ha recordado que el buitre leonado y el águila real son dos especies protegidas, incluidas en el Listado de especies silvestres en régimen de protección especial, y consideradas «especies prioritarias».

Por ello, advirtió de que «no tomar medidas y no aplicar el principio de precaución, sabiendo que pueden afectar a especies protegidas por las leyes autonómicas, nacionales y europeas, podría incurrir en un delito grave contra la fauna».

Por último, la organización mostró su disposición para evaluar los postes identificados y poner en marcha medidas correctoras o alternativas para evitar la electrocución de aves. Estos sistemas son responsables de una elevada mortandad entre las aves de todo tipo, no exclusivamente las protegidas.

Se han tomado medidas para diferenciarlas del entorno, para que no queden camufladas, pero aun así se convierten en trampas, muchas veces mortales, para distintos tipos de pájaros de mayor y menor envergadura, según revela el listado de incidencias existente sobre este episodio.