Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra y WWF en Aragón denuncian la sustitución de carbón por coque de petróleo como combustible de la Central térmica de Andorra (Teruel).

Esto supone un "cambio significativo en la calidad del combustible" según explican las organizaciones ecologistas en un comunicado y "contraviene la autorización ambiental" otorgada a la térmica, además del "previsible aumento de la contaminación atmosférica".

Ante el previsible aumento de la contaminación atmosférica Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra y WWF en Aragón solicitan en un comunicado la paralización cautelar del uso de coque de petróleo como combustible principal en sustitución del carbón en la central térmica de Andorra.

Los ecologistas hacen hincapié en que, en un momento en el que la empresa Endesa debe hacer una inversión para cumplir la normativa ambiental y reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno, la propietaria de la central "introduce un combustible que produce un porcentaje mayor de dichas emisiones que el propio carbón", aseguran los colectivos ecologistas.

Este combustible es "más sucio y barato" y se utilizaría, según señalan en la nota, para mantener la producción, "sacrificando al beneficio empresarial la protección de las personas y el medio ambiente atmosférico".

El "incremento significativo" del uso del coque de petróleo transforma a la central térmica en una "incineradora de residuos de refinería", continúa la nota, con mayor contenido que el carbón en contaminantes como el azufre, los metales pesados y el nitrógeno.

Según los ecologistas, el coque de petróleo tiene entre cinco y nueve veces más azufre que el carbón (según sea éste nacional o de importación), por lo que una mayor proporción de coque aumentará previsiblemente las emisiones de dióxido de azufre (SO2).

Por lo que respecta a los metales pesados, el coque de petróleo o petcoque tiene un alto contenido en níquel y vanadio, entre otros, añade la nota.