Varios colectivos ecologistas y vecinales han mostrado hoy su rechazo al dragado del río Ebro a su paso por Zaragoza para poner en marcha un "proyecto de navegación insostenible" y reivindican espacios fluviales de calidad, cercanos a los ciudadanos.

En un comunicado, los colectivos defienden "la dimensión afectiva, lúdica, emocional de los ríos, además de su función como sistemas naturales" y por ello reivindican "espacios fluviales para el paseo por sus riberas, para el baño y para la navegación, en el marco de unos ríos vivos y limpios".

En este sentido, aplauden el propósito de acercar la ciudadanía al río, pero insisten en que no comparten la forma en la que se está tratando de realizarlo en la ciudad, "contra los principios de la Directiva Marco del Agua y del Plan Estratégico Nacional de Restauración de Ríos".

"NO TODOS LOS RÍOS SON IGUALES"

"No todos los ríos son iguales" y el Ebro, a su paso por Zaragoza, tiene "una serie de limitaciones naturales y antrópicas que hacen imposible determinadas apetencias", señalan en el comunicado, en el que denuncian "las afecciones al patrimonio cultural y, en concreto, al Puente de Piedra".

Hacen referencia, asimismo, a las repercusiones sociales y ambientales, e insisten en que "el dragado es un mal ejemplo de actuación, es un parche temporal".

En su opinión, extraer gravas del río no supone una limpieza del cauce, ya que en ellas, "se encuentra el freático del río, es decir, el agua subterránea que permite que existan bosques de ribera", por lo que su extracción "afecta a la vegetación de ribera".

Por ello, recalcan que "las gravas no son basura sin vida; entre las gravas viven organismos que conforman el primer eslabón alimenticio de la cadena trófica del río".