Las mellizas Gumersinda y Felisa Remacha nacieron el 13 de enero del 1908, año de la exposición Hispano Francesa y el centenario de los Sitios. Casi un siglo después, a sus 97 años, han visto coronar a Zaragoza como sede de la Expo 2008. Su longevidad les ha permitido estar presentes en estos acontecimientos. Pero también vivieron la época de Alfonso XIII, bisabuelo del príncipe Felipe, al que también vieron casarse. Además, sufrieron los duros años de la Guerra Civil Española. Demasiada historia para muchos años. "Ya no me acuerdo de casi nada, pero aquí estoy. Con 97 años y más fuerte que una piedra", afirma Gumersinda.

El secreto de su longevidad no lo conocen, pero creen que se debe a la vida que han llevado, dura desde cualquier perspectiva. Viudas, trabajadoras y con toda una familia que sacar adelante. "Nacimos en Abanto y allí estuve con mi hermana hasta que me fui a Cubel y Felisa a Calatayud. No hemos dejado de tirar para adelante nunca", revela Gumersinda.

Catorce bisnietos

De los siete hermanos, Gumersinda y Felisa son las únicas que permanecen vivas tras tantos años, cada una en una ciudad: Zaragoza y Barcelona. Sus hijos se hacen cargo de ellas, y en el caso de Gumersinda, ella cuida, ya no de sus nietos, sino de sus bisnietos. "Tengo 9 nietos y 14 bisnietos", cuenta, mientras mira la foto de su hermana Felisa, con la que sólo se encuentra ya en una casita de verano que su familia tiene en el pueblo. "Allí se juntan las dos y no paran de hablar. Además, mucha gente les visita, porque en tantos años han hecho muchas amistades", dice Fidela, de 69 años, una de los cuatro hijos de Gumersinda.

La salud de las mellizas es admirable. A sus 97 años sólo les falla el oído, y tienen los achaques típicos. "A veces, se me va el pulso y no oigo lo que me dicen mis nietos, pero si me gritan, ya está solucionado", dice la anciana. Si se le pregunta a Gumersinda por las diferencias entre las hermanas, no sabe responder, así que su hija lo hace por ella. "Las dos son muy buenas, aunque mi madre es más gordita y mi tía Felisa tiene más genio".

Hoy no habrá lugar para los defectos y sí para la alegría. En las respectivas casas de las mellizas celebrarán el cumpleaños con una gran tarta --donde quepan todas las velas-- y regalos. Aunque el mejor presente no es otro que tener salud hasta otro año más y, por qué no, hasta la Expo del 2008.