La Guardia Civil detuvo el pasado domingo a un vecino de La Puebla de Híjar como supuesto autor de siete de los nueve incendios que se registraron en los alrededores de la localidad durante el pasado fin de semana y que quemaron cinco hectáreas. El humo llegó a cercar el casco urbano y se temió que hubiera que proceder a una evacuación de los residentes si las llamas se acercaban peligrosamente a las casas.

El sospechoso, un hombre de 63 años, fue avistado cerca de uno de los focos del fuego. Posteriormente, gracias a la información facilitada por testigos presenciales, los agentes de la Benemérita sorprendieron al presunto autor de los incendios en el preciso momento en que prendía fuego a otros dos focos.

Algunos vecinos comentaron ayer, al tener noticia del arresto, que el detenido es una persona conocida en la localidad que padece algún tipo de problema mental. La Guardia Civil, por su parte, no confirmó esta información.

"Cuando el domingo vimos un reguero de fuegos diseminados, todos en la periferia del pueblo, pensamos que alguien había estado haciendo un recorrido, quizá en bicicleta", comentó ayer un residente de La Puebla de Híjar que señaló que, al ver las columnas de humo, "la gente se sintió muy sorprendida".

EFECTIVOS

Los fuegos del domingo, siete en total, estuvieron precedidos por otros dos el sábado anterior. El vecino detenido está acusado de los siete últimos, mientras que se sigue investigando la autoría de los dos primeros focos, según señaló la Benemérita, que informó de que el sospechoso pasará hoy a disposición judicial.

"Creemos que los fuegos son obra de alguien que no actuó premeditadamente y que tampoco se ocultó mucho, pues actuó el sábado y volvió a hacerlo el domingo", manifestó el mismo vecino. En cualquier caso, el detenido no tiene antecedentes por hechos similares, según indicaron en la Guardia Civil.

El cerco de fuego que rodeó La Puebla de Híjar movilizó a gran cantidad de efectivos. No solo se desplegaron por tierra entre 70 y 80 miembros de varias cuadrillas. Además, se desplazaron tres helicópteros, dos para trabajar en labores de extinción y uno de coordinación.

La Puebla de Híjar está situada en una árida planicie, cerca del río Martín. No había riesgo de incendio forestal, pero la extrema sequedad de los rastrojos que rodean la localidad hizo temer que se pudiera producir un fuego de grandes proporciones.

Enseguida se sospechó que los fuegos no tenían un origen natural, sino que, por la cercanía de unos focos a otros y su ubicación en el perímetro del pueblo, eran obra de una o más personas que prendían la paja seca a medida que se movían de un lado para otro.

Ahora, la Benemérita imputa al sospechoso un delito continuado de daños. En total, se vieron afectadas cinco hectáreas, casi todas de terreno agrícola y más en concreto de campos ya cosechados. "En algunos puntos existen cañizares muy secos que arden con facilidad y había miedo de que el fuego llegara al pueblo", dijo un vecino.