Los vecinos de la localidad Zaragoza de Pradilla que fueron desalojados ayer por la crecida extraordinaria del Ebro ya pueden regresar a sus casas, mientras que los de Boquiñeni tendrán que esperar algo más, dado que aún está en construcción un puente de acceso a la población.

Según han informado a Efe fuentes del Gobierno de Aragón, la noche ha sido más o menos tranquila en los pueblos de la ribera y se ha podido constatar, con un vuelo de reconocimiento, que el agua no ha entrado en ningún casco urbano, aunque hay miles de hectáreas anegadas, granjas afectadas y casas aisladas.

La situación se ha complicado en la localidad de Torres de Berrellén, cuya alcaldesa, Mercedes Trébol, ha confirmado a Efe que que se ha roto una acequia que además hacía de muro de protección y el agua está llegando a la parte baja del pueblo, pero se están haciendo muros de contención y de momento no está previsto desalojar el municipio, que tiene 1.500 habitantes.

Fuentes del Gobierno de Aragón han indicado que el agua en esta localidad está "a ras" de la mota y en el caso de que saltara, solo habría que desalojar cuatro casas del barrio bajo, aunque no está previsto en estos momentos.

Uno de los puntos de mayor atención hoy es Cabañas de Ebro por las filtraciones de la mota, aunque el agua se ha estado achicando y en estos momentos el episodio se da prácticamente por terminado, mientras que se han reforzado las motas de Torres de Berrellén y Sobradiel y de momento no se ha registrado problemas.

Los vecinos de Pradilla que han pasado la noche fuera de sus casas ya pueden regresar, salvo las siete personas no válidas que se quedarán un día más en la residencia de Tauste a la que fueron trasladadas.

Los vecinos de Boquiñeni tendrán que esperar un poco más, hasta el final del día o mañana, hasta que termine la construcción de un puente, por parte de la Unidad Militar de Emergencias (UME), para permitir el acceso a la población después de que ayer se decidiera romper la carretera CP-3 para que el agua del Ebro pudiera fluir hacia los campos de cultivo en lugar de entrar al núcleo urbano.

Hasta que el puente no esté asegurado y empiece a pasar maquinaria pesada para construir una escollera y tapar algunas de las partes de la mota de contención que se rompieron en Boquiñeni no se permitirá a los vecinos el que acceso, algo que se decidirá en las próximas horas.

En declaraciones a Efe, el alcalde de Boquiñeni, Miguel Ángel Sanjuán, ha agradecido el excelente trato que han recibido en Luceni los vecinos de su localidad que han pasado allí la noche en un pabellón y ha asegurado que los servicios sociales comarcales y del Gobierno de Aragón los han tratado "de cine".

Ha explicado que el nivel del agua en Boquiñeni ha bajado poco y que tienen incertidumbre sobre lo que puedan aguantar las motas de contención, aunque en principio el agua no ha causado grandes afecciones en la población y prácticamente el agua no ha entrado en ninguna vivienda.

El alcalde espera que esta tarde el puente esté construido y puedan acceder al municipio para evaluar las afecciones, y si es posible que los vecinos puedan regresar a sus casas esta noche, solo "si hay absoluta seguridad de que no va a pasar nada".