Los vecinos de las calles que rodean a Bolonia y La Paz no ven el fin de la pesadilla nocturna que les azota cada noche. Cansados de tener que aguantar de lunes a sábado la juerga de los bares situados bajo sus viviendas ya no saben que más hacer. En verano comenzaron una recogida de firmas que en los próximos días entregarán en el Ayuntamiento de Zaragoza para exigir una mayor vigilancia y el cumplimiento de las normas en la zona por la noche.

El ruido es lo que más molesta pero también están hartos de los restos que quedan de la fiesta nocturna. Brigitte Peyroutou es vecina de Damas 44 pero todas sus habitaciones dan a la calle Bolonia. "En mi portal una vecina tuvo que ser ingresada por ataques de ansiedad después de pasar tres días sin dormir", explicó. Otro de sus vecinos, el del primer piso, ha tenido que poner doble ventana para apaciguar un poco los ruidos. Y no solo eso, Brigitte denunció que los establecimientos de estas calles tienen que recoger día a día vómitos, preservativos y botellas --"como mínimo"-- frente a las puertas de sus tiendas.

"Tengo la doble nacionalidad, francesa y española, y no estoy orgullosa de España, antes éramos referente y ahora no hay civismo, esto lo demuestra", criticó.

Desde la Junta de Distrito Centro también se ha intentado insistentemente acabar con este problema. Patricia Cavero, presidenta del sector, subrayó que han solicitado expedientes a Urbanismo y Servicios Públicos en tres ocasiones y ninguna de ellas les han contestado. "Hemos solicitado saber si los bares tienen los permisos pertinentes y su legalidad, además de un informe sobre las sanciones que se han interpuesto por ruidos y suciedad. No tenemos respuesta", lamentó Cavero.

La presidenta del distrito insistió que desde la junta no tienen mayores competencias para combatir "este auténtico problema" pero confía en que la solución existe: según asegura, una mayor vigilancia policial y el cumplimiento de las normas sería suficiente.

PIDEN MÁS SANCIONES

De hecho, Brigitte aseguró que la policía sí que pasa por las zonas de marcha pero ante la falta de sanciones argumentan a los vecinos que desde las fuerzas de seguridad no se puede hacer nada más mientras los dueños de los establecimientos cumplan la ley. El problema, la mayoría de las veces, se sitúa en la calle. Allí, es donde se produce el ruido que molesta a los vecinos y la basura que se acumula al día siguiente. Cavero aseguró que se pidió más vigilancia policial e incluso el propio Justicia de Aragón solicitó al consistorio que hiciese todo lo posible para que esto sucediese.

La presidenta del distrito recordó también que el problema no solo se da en la zona de Bolonia y La Paz, en el Centro, sino que se extiende a la plaza Salamero, donde se ven afectados los vecinos de la calle Azoque o el quiosco de las flores. En cualquier caso, desde el distrito apoyarán la recogida de firmas para pedir una solución al aumento de ruidos.