Los vecinos del barrio de Jesús, donde vivían las víctimas zaragozanas del atentado de Cambrils, han salido a la calle para manifestar su repulsa, en una concentración silenciosa en la que han pedido que una de las calles lleve el nombre de Ana María Suárez, la mujer asesinada en el ataque terrorista.

A las 20.00 horas y con un crespón negro en señal de duelo, los vecinos de este barrio han comenzado a llenar la plaza de Jesús convocados por la asociación vecinal, de la que eran socios Ana María Suárez y su marido, Roque Oriol, quien también resultó herido en el atentado yihadista junto a la hermana de Ana María, Alicia.

Ambos permanecen ingresados en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza desde el pasado martes, cuando fueron trasladados en ambulancia desde Tarragona.

Al acto ha asistido Aurora, la hermana mayor de ambas mujere, quien ha estado arropada en todo momento por los vecinos, así como por el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, el presidente de la Asociación de Vecinos, Raúl Gascón, y la presidenta de la Junta de Distrito, Lola Ranera.

En un escenario colocado para el acto, el presidente de la asociación de vecinos ha leído un comunicado para condenar el atentado y ha pedido al alcalde de la ciudad que una de las nuevas calles del barrio lleve el nombre de Ana María Suárez, vecina desde hace más de 40 años.

Gascón ha recordado que a todos se les encogió el corazón al conocer los ataques de Barcelona y Cambrils, pero que cuando conocieron que varias víctimas eran de Zaragoza y vecinos del barrio, "una mayor sensación de tristeza nos invadió".

Por ello, con este acto en la calle han querido mandar un "fuerte abrazo" a los familiares y allegados por el fallecimiento de Ana María, así como su deseo para que las víctimas hospitalizadas se recuperen cuanto antes.

El alcalde de Zaragoza, quien ha querido acompañar a los vecinos en este trance y quien asistirá también mañama a la manifestación en Barcelona, ha hecho hincapié en la necesidad de profundizar en la democracia para hacer sociedades más firmes.

En este sentido, ha resaltado la respuesta de la sociedad catalana ante estos atentados, al tiempo que ha añadido: "el miedo no puede instalarse en nuestra sociedad".

Sobre la petición de nombrar una calle con el nombre de Ana María Suáre, ha apuntado, en declaraciones a los medios antes del acto, que el consistorio lo estudiará con los vecinos.

Por su parte, la presidenta del distrito del Rabal, Lola Ranera, ha afirmado que este acto ha nacido del "corazón" de los vecinos, en un barrio, ha dicho, que ya ha vivido otros atentados y que sabe que sólo desde la fuerza y la unidad se pueden superar.

Después de estas intervenciones, los asistentes, con el 'Canto a la Libertad' del cantautor y escritor José Antonio Labordeta de fondo, han realizado una ofrenda de flores y velas, en la que ha participado muy conmovida la hermana mayor de Ana María y Alicia Suárez.

Entre los vecinos se encontraba José Luis Escribano, amigo de Roque Oriol, con el compartía su afición por el deporte y el medio ambiente y quien ha sentido mucho lo ocurrido. "Es imperdonable lo que han hecho".

"Ana María estaba superando un cáncer y ahora que empezaba a levantar la cabeza ha pasado esto", ha lamentado.

Entre los asistentes estaban representantes de los grupos municipales, como Carlos Pérez Anadón (PSOE), Sara Fernández (C's), Pablo Híjar (Zec), así como otros dirigentes de CHA, como Carmen Alloza.

Prácticamente a la misma hora los vecinos del barrio de las Fuentes han guardado también un minuto de silencio antes de comenzar las fiestas como muestra de solidaridad y cariño a las víctimas de los atentados.