Los grupos representados en las Cortes de Aragón mostraron su apoyo a las reivindicaciones que la Asociación de Vecinos La Huerva llevó ayer al hemiciclo en una comparecencia en la que desgranaron las molestias que supone el ocio nocturno en su vecindario. Esta zona saturada acumula 30 años de lucha contra efectos negativos de la acumulación de bares como la contaminación acústica, la degradación del entorno por las pintadas y la suciedad o la peligrosidad. Entre las propuestas que plasmaron, instaron a los parlamentarios a reducir a 25 decibelios el límite de ruido producido por los establecimientos o a recuperar los horarios de los bares anteriores al 2005.

Los vecinos, representados por el presidente de la asociación, Carlos Monge, y el por el secretario de la misma, Pedro Díez, desglosaron la situación a la que se enfrentan los fines de semana y reivindicaron cinco medidas para revertir la situación: además de la limitación a 25 decibelios el tope de ruido de los bares y la reducción de horarios de los bares al límite fijado antes del 2005 (cuando se aprobó la ley autonómica de Espectáculos Públicos), pidieron la creación de una comisión que estudie el problema e impedir de manera «eficaz» el consumo de alcohol en la calle, la adaptación de la normativa municipal a la legislación autonómica y la obligatoriedad de personal de admisión en los locales que impida sacar bebidas.

Además, destacó que la situación vulnera derechos fundamentales, en concreto el artículo 18 de la Constitución que garantiza el derecho a la intimidad personal y familiar, y subrayó que algunos «desalmados hosteleros» hacen un uso fraudulento de la declaración responsable para abrir negocios de ocio nocturno en una zona saturada. Igualmente, recalcó que la prohibición de beber alcohol en la vía pública que recoge la ley aragonesa es «papel mojado» al no especificar sanciones a tal efecto.

También se refirió a aquellos hosteleros a los que, según explicó, «les dan igual las multas», fomentan el botellón con la venta de alcohol barato y dejan sacar las consumiciones a la calle.

En la comparecencia también intervino el secretario de la entidad, quien admitió que «se está trabajando en el buen camino» aunque solicitó «medidas efectivas para hacer cumplir los derechos fundamentales».