Aunque todavía está en obras y según afirman desde el arzobispado de Zaragoza hasta finales de año no se podrá entrar en la iglesia, las asociaciones Lanuza Casco Viejo, La Magdalena y Calle Libertad han iniciado un proceso participativo para que los vecinos propongan usos de la iglesia de la Magdalena. Esta es, a los ojos de José Antonio Calvo, delegado de medios del arzobispado, «una iniciativa peregrina dentro de una campaña laicista, antirreligiosa y anticatólica».

Ayer, el alcalde de Zaragoza Pedro Santisteve, recibió a las asociaciones vecinales y al Movimiento hacia un Estado Laico (MHUEL) que le informaron sobre ese proceso participativo y, por otra parte, pidieron la colaboración del ayuntamiento para declarar nula la inmatriculación de la iglesia de la Magdalena y reclamar su titularidad pública. Precisamente se cumplen ahora 30 años desde que el 8 de abril de 1987 el arzobispo Elías Yanes inscribió la Magdalena en el Registro de la Propiedad, a favor de la parroquia. Transcurrido ese plazo sin que nadie reclame la propiedad, el titular del dominio queda como propietario, según la figura jurídica de usucapión.

«Hemos transmitido al alcalde el malestar sobre las inmatriculaciones en Zaragoza, no solo de la iglesia de la Magdalena, sino también de Santiago el Mayor, Los Panetes y la Seo. Le hemos pedido que inicie acciones para llevar a los tribunales el asunto, para que revierta esta situación y queden las inmatriculaciones nulas», afirmó Jorge García, portavoz de MHUEL.

LITIGIO

El Concordato del Estado con la Santa Sede y la exención del Impuesto de Bienes Inmuebles por la Ley de Fundaciones, hacen que la cuestión no dependa del Ayuntamiento de Zaragoza, sino más del Gobierno central. No obstante, García afirmó que el alcalde «está bien informado, conoce el tema en profundidad y aunque desde el punto de vista judicial es difícil y tendría que ser una solución legislativa, ha manifestado su intención de litigar el asunto y ha mostrado muy buena disposición».

El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó hace unos meses una moción de CHA para la recuperación de los bienes públicos inmatriculados por la Iglesia Católica. El portavoz del arzobispado aseveró que «si alguien puede afirmar que la Magdalena es suya que acuda a los tribunales pero no les auguro mucho éxito. Tenemos documentos que acreditarían la propiedad y los tiene también el Estado».

Respecto a los usos, García apuntó que «no cuestionamos ni el uso ni el carácter religioso de los bienes, pero consideramos que pertenecen a los aragoneses y deben ser de titularidad pública. Se puede compatiblizar el uso religioso con otros, como por ejemplo conciertos, y la iglesia seguirá celebrando misas, bodas y bautizos».

Por su parte, Calvo afirmó que «si nos plantean otras actividades lo estudiaremos. Espero que se respeten los derechos y se establezca el diálogo aunque hasta ahora ninguna asociación de vecinos se ha puesto en contacto con nosotros».