María pasó una bon i t a jornada en Huesca visitando a sus amigos. Esta joven barcelonesa maestra de instituto subió al Canfranero con cara de resignación. Le esperaban 11.00 horas de viaje hasta Toulouse. «Es la primera vez que subo en este tren. En línea recta se llega en un periquete desde Barcelona. Pero yo me lo tomo como una aventura romántica». La catalana ya conocía el descarrilamiento de un tren dentro de un túnel en Castiello de Jaca. La vía ha quedado inutilizada desde aquí hasta el final del trayecto en la estación de Canfranc. «Es escandaloso que no lo hayan arreglado. Desde Cataluña vemos que Aragón está muy dejado de la mano de Dios», afirmaba esta chica, a la que le quedaba un maratón hasta su punto de destino. «En Sabiñánigo nos espera un autobús que nos llevará a la estación de Canfranc. Después cogeré otro hasta Olorón. Aquí pillo un tren a Tarbes y, por fin, terminó la jornada con otro tren a Toulouse », dice.

Es miércoles y el Canfranero casi va lleno. Llega puntual a su cita con la estación de Goya a las nueve menos cuarto de la mañana. Lo esperan una veintena de personas. La máquina es un automotor 596 con capacidad para 50 viajeros. Lleva un maquinista y el interventor. Solo quedan diez plazas libres cuando se pone en marcha a Huesca. El vagón dividido en tres secciones es un cajón de sastre. Hay de todo. Desde mochileros, a funcionarios, estudiantes, senderistas que van a hacer el Camino de Santiago, familias enteras, personas solitarias... «También vienen muchos franceses que bajan a pasar un fin de semana a Aragón y ven los Mallos de Riglos, Jaca... Pero en invierno no se monta nadie. A las 12.30 llega el tren a Canfranc y no son horas de subir a esquiar», dice un empleado de Renfe. En coche cuesta llegar dos horas a la estación de Canfranc y al tren le cuesta casi cuatro. Los viajeros ven en el inicio de viaje por la ventanilla el paso por el barrio de San José, los campos del Fleta, el paso por el Ebro, el tránsito por Vadorrey y La Jota..., hasta que en un cuarto de hora llega a Villanueva. Después para en Zuera y en Tardienta y coge velocidad de crucero hasta Huesca.

La Hoya de Huesca

El tren baja de velocidad a su paso por Plasencia y Turuñana. Abandona la Hoya de Huesca y se divisan cada vez más cerca los Mallos de Agüero. El interventor hace de improvisado guía turístico explicando el espectacular paisaje del Reino de los Mallos. «El tren no pasa de Jaca a Canfranc, que es lo más bonito. Por ejemplo, el puente del Pantano de la Peña es del año 1911», dice a los viajeros el veterano empleado. El tren supera los Mallos de Riglos y gira a su derecha para superar el Pantano de la Peña hasta llegar a la estación de Santa María de la Peña.

A Inés le quedan poco más de 40 minutos para llegar a Sabiñánigo. Aunque el destino de la jubilada es Jaca, por lo que tendrá que coger un autobús en Sabiñánigo. En la localidad del Serrablo una decena de viajeros cogerán el autobús para completar el viaje. «Lo que ha pasado en Castiello lo veo fatal. No se preocupan, y desde que está el AVE, las Cercanías les dan igual». A Inés siempre le ha gustado viajar en tren. «Además es bastante más barato que el autobús gracias a la tarjeta dorada para personas de más de 60 años», dice la viajera.

Es miércoles y es el primer día que se van a cargar traviesas y raíles en Santa María de la Peña con destino al túnel de Catiello donde están las cuatro tolvas del tren accidentado. «Es el único sitio donde hay este material. Lleva aquí muchos años. Son traviesas y carriles que han quitado de otras líneas. Se van sustituyendo las traviesas de madera por las de hormigón. Las colocarán cuando retiren las tolvas del accidente », explica.

El trabajo es pesado y laborioso y comienza cuando ya se ha ido en dirección a Sabiñánigo el Canfranero. Solo le quedan 50 minutos de viaje. «Los carriles los llevan de 15 en 15 en un minitren. Sin embargo, las traviesas son de hormigón y son transportadas en camión por la carretera». Los operarios son conscientes de que pasará mucho tiempo hasta que la vía vuelva a ser abierta. «No se sabe cuando volverá a funcionar la línea. Pero me da la impresión que esto va para largo», reconoce el empleado de Renfe.