Vicente Jiménez Zamora ha llamado hoy a la reconciliación en un mundo de divisiones y a una renovación moral frente a la corrupción durante la primera homilía que ha pronunciado en la basílica del Pilar tras tomar posesión de su cargo como nuevo arzobispo de Zaragoza.

Arropado por el nuncio apostólico en España, Renzio Fratini, dos cardenales, trece arzobispos -entre ellos el de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez-, y 24 obispos, Jiménez ha tomado posesión de la sede en el Altar Mayor de la Seo.

Posteriormente, se ha trasladado a la basílica del Pilar, donde ha leído su primera homilía, en la que ha abogado por "la reconciliación en un mundo de divisiones" y ha puesto como ejemplo la intercesión del papa Francisco entre Estados Unidos y Cuba, así como por una "renovación moral frente a la corrupción en una sociedad, en ocasiones, carente de valores éticos y espirituales".

Vicente Jiménez, hasta ahora obispo de Santander, ha resaltado la necesidad de promover una cultura "de la sobriedad y la solidaridad" y ha apuntado que la crisis económica y social no debe llevar al fatalismo ni al desaliento sino que debe ser una oportunidad para construir una sociedad "más justa y colocar a la persona humana en el centro de la cuestión social y económica".

El arzobispo metropolitano de Zaragoza ha ofrecido además "diálogo y leal colaboración" para trabajar por el desarrollo integral de Aragón "en solidaridad con otros pueblos de España".

"Vengo a abrazarme a la Virgen del Pilar, a amarrarme a la Virgen, para que me ofrezca fortaleza en la fe", ha dicho Jiménez, quien ha tenido palabras de agradecimiento para el papa Francisco y el nuncio apostólico, Renzio Fratini.

Ha saludado especialmente al cardenal emérito de Sevilla, Carlos Amigo, con quien le unen lazos familiares, según ha destacado, y a su antecesor en el cargo, Manuel Ureña, presente también en el acto, "por su entrega generosa y sacrificada durante nueve años" al frente de la archidiócesis, así como para el arzobispo emérito de Zaragoza Elías Yanes.

También ha saludado a los obispos de las diócesis aragonesas: los de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián; Huesca y Jaca, Julián Ruiz; Tarazona, Eusebio Hernández; y Teruel y Albarracín, Carlos Escribano, presentes en el acto junto al obispo de Burgo de Osma-Soria, Gerardo Melgar, así como al conjunto de fieles llegados desde la provincia soriana, de la que Jiménez es oriundo, y de Cantabria, su anterior destino.

Además, ha tenido palabras de afecto para la población soriana residente en Zaragoza y ha saludado a las autoridades políticas, jurídicas y militares asistentes al acto a las que ha ofrecido "diálogo y leal colaboración" para trabajar por Aragón.

Previamente, el administrador diocesano, Manuel Almor, ha recordado que la diócesis de Zaragoza tiene 277 parroquias, 75 de ellas en la capital, y ha señalado que, "en estas últimas semanas de inquietud en el arzobispado se ha intensificado la oración" de muchas personas.

La oración continuará "de manera especial" por el nuevo arzobispo, para que sea "un Pastor según el corazón de Dios", ha concluido Almor.

A la toma de posesión han asistido, entre otras autoridades civiles, la presidenta del Gobierno aragonés, Luisa Fernanda Rudi, el de las Cortes de Aragón, José Ángel Biel, el delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde, el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, los alcaldes de Zaragoza, Ágreda y Santander, Juan Alberto Belloch, Jesús Manuel Alonso e Íñigo de la Serna, respectivamente, o el presidente de Cantabria, Juan Ignacio Diego.

Vicente Jiménez, nacido en 1944 en Ágreda (Soria), fue ordenado sacerdote en El Burgo de Osma en 1968 y nombrado por el papa Juan Pablo II obispo de la diócesis de Osma-Soria, de la que fue vicario general y administrador diocesano, en mayo de 2004.

En julio de 2007, Benedicto XVI lo nombró obispo de Santander y el pasado 12 de diciembre fue designado por el papa Francisco arzobispo de Zaragoza, de cuya archidiócesis ha tomado posesión hoy.