Las obras de demolición del vestíbulo de la antigua estación de El Portillo se han reanudado esta semana con la puesta en marcha de un estricto plan de seguridad laboral que garantiza la salud de los operarios encargados del derrumbe. La empresa encargada del derribo, Construcciones y Desmontes de la Ribera SA, hará desaparecer el edificio en tres semanas.

El Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral (ISSLA) de la DGA ha dado el visto bueno al plan de trabajo de retirada de las cubiertas de fibrocemento y ha autorizado a la empresa Adiego Hermanos SA como responsable de la retirada y tratamiento de los materiales peligrosos que se generan en la obra. Los residuos se llevan al vertedero Ecoactiva de Medioambiente, de Torrecilla de Valmadrid, cuya capacidad de almacenaje ha sido recientemente ampliada por el Gobierno aragonés.

El encargado de Construcciones y Desmontes de la Ribera SA, Alberto Madurga, confirmó ayer que los trabajos se han reanudado con "normalidad" desde el martes y que en tres semanas habrán concluido.

La aparición de un material peligroso en las paredes del edificio --fibrocemento-- obligó a esta empresa navarra a parar las obras durante tres semanas. Sus responsables comunicaron el hallazgo a la DGA y remitieron muestras del material a un laboratorio de Bilbao para su análisis.

Los análisis revelaron que no había restos de amianto en polvo inyectado como aislante térmico, con excepción del que pueda generarse durante el corte de las placas de fibrocemento. Eso sí, la normativa autonómica establece la obligatoriedad de llevar los restos del edificio a un vertedero autorizado.

Los escombros se acumulan cada día en contenedores y, desde el martes, se trasladan por un gestor autorizado de residuos para su tratamiento. El encargado de Construcciones y Desmontes de la Ribera, Alberto Madurga, explicó que la demolición es "minuciosa". Una grúa de grandes dimensiones se encarga de cortar los materiales de una parte del vestíbulo "a pequeñas dentelladas para que no caiga de golpe" sobre la playa de vías. Una de las mayores preocupaciones de los redactores del proyecto de derribo era evitar que se formasen grandes nubes de polvo en esta céntrica zona urbana.

La demolición del vestíbulo que encargó la sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad (ZAV) es solo parcial, ya que se mantiene en pie la parte que no está sobre las vías. La estructura del edificio es metálica y de hormigón armado, compuesto por pilares y vigas.

Este proyecto tiene un coste de 103.393 euros. Tras 31 años de vida (1972-2003) la antigua estación de El Portillo pasó a formar parte de la historia ferroviaria de la ciudad con la llegada de la alta velocidad. Aquí se levantarán pisos y equipamientos y habrá zonas verdes. Para la Expo 2008 solo estará en pie el nuevo apeadero de Cercanías. Todavía está por decidir la ubicación del mural de Galdeano, que ahora Construcciones y Desmontes de la Ribera SA tiene que proteger.