Todo apunta a que la reapertura del Somport no se producirá ni mañana, último día de julio, ni el viernes 1 de agosto, tal como anunciaron la embajada de Francia y el consejero de Obras Públicas aragonés, Rafael Fernández de Alarcón. Las causas, la voladura ayer de una pared rocosa que amenazaba con venirse abajo justo en la embocadura del túnel por la parte francesa. La empresa que ejecuta los trabajos parece ser que no garantiza la limpieza de los 300 metros cúbicos de roca que quedaron desperdigados sobre la RN-134.

Según publicaba ayer el diario francés Sud Ouest en su versión digital, fue necesaria la instalación de 130 kilos de explosivos para dinamitar una pared de 300 metros cúbicos de roca que amenazaba con desplomarse sobre la carretera. Los trabajos cortaron la carretera RN-134 en los dos sentidos, a la altura de Forges d'Abel, en Urdos, desde las once de la mañana hasta la una de la tarde. Posteriormente se restableció por el Col del Somport, pero los trabajos de limpieza de la carretera continúan.

Precisamente fue en ese punto donde el pasado 28 de junio se precipitaron varias rocas sobre la vía que obligaron al cierre de la parte francesa para garantizar la seguridad.

A lo largo de este tiempo han sido numerosas las voces, sobre todo en Aragón, que han clamado por la reapertura cuanto antes de esta infraestructura transpirenaica que está causando cuantiosas pérdidas a la economía aragonesa.

Según un informe hecho público la semana pasada por el Gobierno de Aragón, el cierre del túnel ocasiona unas pérdidas semanales directas de 235.000 euros (transporte de mercancías y viajeros) e indirectas de 91.000 euros (hostelería, comercio o estaciones de servicio, fundamentalmente de la comarca de la Jacetania). A ellas se suman las inducidas, valoradas en 404.000.