La elección de Volkswagen de la Expo como lugar para el lanzamiento de su nuevo Golf no era broma ni un globo sonda. La firma alemana ya tiene en Zaragoza un grupo de trabajo cumpliendo con todos los preparativos para que el próximo lunes, día 17, se realice el desembarco masivo de técnicos y operarios que se encargarán del montaje de todo el operativo necesario en el interior del Pabellón Puente, el Palacio de Congresos y la Torre del Agua, así como de sus aledaños, que quedarán cerrados al público durante dos meses.

Todo un evento internacional que proporcionará la llegada de unos 400 clientes cada dos días a la capital aragonesa, durante 35 días, y un impacto económico de unos seis millones de euros. Sobre todo en la hostelería y restauración, que han notado la inminencia de la cita en forma de reservas para las próximas semanas, ya que el evento durará hasta el próximo 20 de noviembre, con las fiestas del Pilar en mitad de una interesante programación que incluye actividades por varias localizaciones.

Incluida la Feria de Muestras. Al parecer, fuentes próximas a la organización, Volkswagen podría optar finalmente por montar en el recinto ferial el circuito de pruebas para que los visitantes que atraiga a Zaragoza puedan ponerse al volante del nuevo Golf allí. De hecho, el próximo viernes o lunes está prevista una importante reunión, con miembros de la firma alemana y de todas las partes interesadas, es decir, Ibercaja, la Feria y la sociedad Expo Zaragoza Empresarial --se desconoce si la CAI, como futuro gestor de la Torre del Agua, estará representada--, porque preocupa una cuestión fundamental: la movilidad entre el recinto de Ranillas y la Feria.

Mientras, los hoteles han recibido centenares de reservas. Sobre todo el Hiberus, que quedará invadido por completo por la firma automovilística y sus invitados durante esos dos meses.