El hombre que el miércoles intentó atracar una joyería de la calle San Juan de la Cruz de la capital aragonesa volvió ayer al centro penitenciario de Zuera donde meses atrás cumplió condena por la comisión de hechos similares. Así lo decretó el magistrado del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza que tomó declaración a este hombre, F. M. E., de 44 años.

Los hechos que le atribuyen ocurrieron a las 17.15 horas en la joyería Oyarzabal. F. M. E. entró al establecimiento donde estaba la propietaria, su hija y un nieto. Para el golpe que pretendía dar llevaba unas gafas de sol, una peluca de larga melena negra y un cuchillo. Nada de esto le sirvió para amedrentar a la joyera, quien no dudó en coger un ordenador portátil y lanzarlo contra el ladrón. Tal y como adelantó EL PERIÓDICO, el golpe le dejó por unos segundos noqueado, lo que le permitió a una de las mujeres el poder salir y pedir auxilio. La suerte estuvo de su lado y una patrulla motorizada de la Policía Local que pasaba por el lugar rápidamente fue a socorrerles. F. M. E. intentó huir, pero no recorrió ni cien metros, siendo detenido en la calle Santa Teresa de Jesús.

El ladrón no consiguió llevarse nada, si bien la mujer que se enfrentó a él sufrió un pequeño corte en el pómulo que precisó de varios puntos de sutura.

Casualmente, esta misma joyería zaragozan sufrió un robo cinco días antes. En este caso fueron dos mujeres y un hombre de origen chino, los que llegaron a robarles por el método del descuido de casi 4.000 euros en joyas, aunque no llegaron a llevárselos.

Como publicó este diario, la hija de la propietaria de este establecimiento vio por las cámaras de seguridad, desde su dispositivo móvil, que estas personas estaban aprovechando que la mujer estaba agachada con unas alahajas para sustraer los objetos que estaban en las baldas superiores. La joven, que se encontraba disfrutando de sus vacaciones en la playa, llamó al Cuerpo Nacional de Policía que rápidamente se trasladó hasta el lugar y detuvo a estas tres personas en el interior de la tienda y con las joyas en los bolsillos.

Los individuos fueron puestos a disposición del Juzgado de Guardia que decidió ponerlos en libertad aunque imputados, según fuentes policiales.