El portal artelibre.net ofrece 102 obras originales de Isabel Guerra, la monja pintora del convento cisterciense de Santa Lucía, sin fijar el precio de venta. Sí facilita un enlace que conduce a la web del monasterio (monasteriosantalucia.com), desde cuya portada, en un clic, se accede a un correo electrónico de contacto. De los más de 40 artistas que se anuncian allí, solo otro tiene enlace --la chilena Gina Intveen--, aunque en este caso lleva hasta su representante, Montecatin.

La obra de Guerra, que hace cinco años dejó de trabajar con la galería madrileña Sokoa, se comercializa ahora a través de este portal. El beneficiario de las ventas es el convento, que tiene la actividad registrada en Hacienda.

El monasterio está en el punto de mira de la Policía y de Hacienda después de que sus responsables denunciaran el pasado 28 de febrero que les habían robado 1,2 millones en billetes de 500 y al día siguiente rebajaran la cifra a 450.000 euros. Una línea de investigación busca atrapar al ladrón --las pesquisas se centran en operarios de gremios que han trabajado en el cenobio-- y otra determinar la cuantía del botín y su origen. El abogado del convento, Jesús García Huici, insiste en que las monjas están al día en impuestos y pueden justificar todos sus ingresos, aunque la Policía no descarta que puedan haber manejado dinero negro.

Las obras de Guerra alcanzaban precios millonarios el siglo pasado y ahora, en el caso de los óleos, pueden superar los 50.000 euros. El diario El Mundo atribuía ayer estas llamativas declaraciones al capellán del convento: "Hay muchos empresarios y gente de posibles que acuden a mí para conseguir uno de sus cuadros y me ponen en las manos cheques en blanco o el dinero que pida". Lo filiaba como Francisco Martínez, identidad que coincide con la del responsable de órdenes religiosas del arzobispado, del que fue número dos --vicario general-- desde 1972 hasta hace unas semanas.

Artelibre.net ofrece también 300 litografías digitales seriadas en papel arches a 1.000 euros la pieza más gastos de envío: impresiones informáticas de varias capas en un soporte que se vende a menos de cinco euros la unidad.