Tengan por seguro que soy un demócrata convencido, que asume la política como medio para resolver los asuntos públicos y que valora el trabajo de quienes se dedican momentánea o profesionalmente a dicha actividad. Me indigno cuando veo a los fascistas arremeter frontalmente contra los partidos y los sindicatos, a los ultraliberales cuando se aplican a dinamitar el Estado y a las sectas de la radicalidad izquierdista cuando hacen coro a la derecha antisistema copiando su argumentario antipolítico. Pero, claro, estamos donde estamos y aquí nos ha caído encima (por algo será) la espesa maldición de estar gobernados y representados por personas que con demasiada frecuencia han carecido de escrúpulos y de ideología, han mentido con descaro y cuya eficiencia profesional ha sido escasa por no decir nula. Ése es el problema: tenemos unos políticos francamente mejorables en un país donde gran parte del liderazgo (empresarial, social... o deportivo) necesitaría mejorar también, y no poco.

¿A ustedes les parece normal que el mismo día en que la educación aragonesa se levantaba en una huelga masiva, la consejera del ramo, la increíble Serrat, volviese a la carga en las Cortes con el tema de los bienes eclesiásticos? ¿Y que después de haber sido toreada por los obispos tierranoblenses, vuelva a la carga sugiriendo una expropiación de los susodichos bienes que es imposible? Queda claro que esta señora quiere seguir tirando de santos y retablos, porque entretener a la gente con este temita es mucho más agradable que verla ponerse en pie contra la destrucción de la enseñanza pública. Fenomenal pitorreo.

Qué decir de Oliván, el psicodélico consejero de Sanidad y Bienestar (¿?) Social. De su boca salió la última perla: "Yo convierto los muertos en euros y los euros en dependientes". Se quedó a gusto, el espabilado. ¿Quería decir que ha de esperar a que se mueran quienes reciben ayudas para trasladar éstas a otras pobres personas que la han solicitado? Pero, ¡ay!, la gente aguanta mucho, se muere tarde... y la atención a la dependencia es insostenible. De momento Aragón está a la cola de las comunidades españolas en ese tipo de asistencia social. Qué exitazo.

Y el exalcalde de Mallén jurando que todo lo hizo por el bien de su pueblo (y el fiscal, impresionado, redujo sustancialmente su petición de pena). Y el Partido Comunista controlando sin contemplaciones la organización de IU en Zaragoza. Y la unidad de la izquierda, cada vez más lejos. Y Aragón sin programa ni estrategia. Y el PP y el PAR negociando los presupuestos a golpe de partida mía, partida tuya. Y el PSOE, en el Limbo... Podrían esforzarse un poco y apañar una miaja la cosa. Porque así, la verdad, es muy difícil sacarles la cara a los políticos. Ni aun queriendo.