El recrecimiento de Yesa dispondrá en el 2015 de unos 30 millones de euros, si se tienen en cuenta las partidas asignadas a Aragón para esta actuación y las consignadas para Navarra. Aunque antes habrá que resolver los problemas que ocasiona el deslizamiento de la ladera que se ha conocido esta semana y que pone en jaque el proyecto. Igualmente, durante el próximo ejercicio debería poder desarrollarse el proyecto de Biscarrués. Queda pendiente la declaración de impacto ambiental de Mularroya, que arrastra retraso. Además, según apuntó el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), hace unos días, si se resuelven los problemas técnicos del proyecto de Santolea habrá dinero suficiente para trabajar en él.