La tarde de ayer fue movida en la sede del PSOE en Aragón. Mientras en el recibidor los equipos que apoyan a cada uno de los candidatos en las primarias del partido perseveraban en la recogida de avales, en el interior, y con pocos minutos de diferencia, algunos de los rostros mediáticos que apoyan a Susana Díaz y a Pedro Sánchez mantenían sendos encuentros con la militancia.

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, arropado por algunos consejeros del Gobierno de Aragón, advirtió de que la responsabilidad de tomar decisiones en un partido «corresponde a sus dirigentes» y que para eso es necesario «una organización con la que competir». Además, elogió a la presidenta andaluza por haber «ganado a la primera» en sus disputas electorales y manifestó su «intuición» de que vencerá en las primarias.

Entre las virtudes que Zapatero encuentra en la candidata que apoya el aparato del partido en Aragón se encuentra la de tener «una visión común de España que la puede explicar exactamente igual en Algeciras, en Barcelona, en Huesca y en León».

proceso ejemplar / El expresidente, que mantuvo un breve encuentro con los militantes antes de viajar a Alcubierre al homenaje a la fallecida Carme Chacón, reconoció que en el partido existen «notables diferencias de visión» aunque defendió «el ejemplar proceso de primarias» que han puesto en marcha ya que la formación «siempre ha salido fortalecida del debate».

En ese sentido recordó el «momento crucial» que supuso el 1 de octubre, cuando el Comité Federal decidió que el PSOE iba a abstenerse en la investidura de Rajoy, lo que desembocó en la dimisión del entonces secretario general, Pedro Sánchez, rival de Díaz en estas primarias, y en la creación de una gestora que dirige al partido desde entonces. «Quien ha tenido responsabilidades de gobierno, como es mi caso, sabe que someter al país a unas terceras elecciones, de resultado incierto, después de estar casi más de un año sin gobierno, hubiera sido bloquear la democracia, porque no hay nada peor que decir a los ciudadanos que su voto no cuenta y que quienes tienen que tomar las decisiones no son capaces de hacerlo», argumentó.

Para Zapatero en aquel momento no había «mayoría alternativa al PP» y esa es la razón por la que el PSOE tuvo que tomar esa decisión. El expresidente llegó entró en la sede en Zaragoza desde el aparcamiento subterráneo y a través del ascensor entró directamente en la tercera planta, en la que le esperaban los miembros del grupo de apoyo a Díaz. Con esta maniobra se evitó cualquier contacto con el equipo de Pedro Sánchez, que entró a pie por la puerta principal solo unos minutos después de que terminara el primer acto.

plantar cara / Por su parte, la diputada Margarita Robles puso como ejemplo los últimos casos de corrupción en el PP para destacar la «fuerza moral» de Pedro Sánchez a la hora de alcanzar el liderazgo del partido. «El PSOE tiene ahora muy difícil hacer oposición y plantar cara a la corrupción, después de la abstención que permitió la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno», afirmó.

Para el futuro pidió «un PSOE unido» que pueda ser «una alternativa al poder», algo que consideró «cada vez más necesario». Según Robles, que ejerce como diputada independiente, «difícilmente puede la gestora pedir nada en relación a Mariano Rajoy en este momento».

Además, criticó la situación actual de un presidente que no es «capaz de salir y dar explicaciones», al tiempo que resaltó las dificultades con las que se encuentra la Justicia española para investigar estos casos. «Es ofensivo que Rajoy afirme que colaboran con las investigaciones cuando muchos jueces se han quejado abiertamente de la falta de medios para desarrollar sus trabajos», destacó.

La diputada por la provincia de Zaragoza Susana Sumelzo resaltó el aval de Robles por su condición de independiente y destacó el proyecto «transparente y colaborativo» representado por Sánchez. La militancia convocada llenó por segunda vez esta semana el salón de plenos de la sede socialista para arropar la candidatura.