La calidad del agua del grifo está garantizada. El Ayuntamiento de Zaragoza ha intensificado los controles y análisis tanto en las plantas depuradoras de La Cartuja y la Almozara, que desde enero se han triplicado, como en los colegios y viviendas. Solo en el 2% de las muestras tomadas en centros y casas se constató que no era apta para el consumo y por motivos leves que se solventaron con un cambio de la grifería. Dado que la calidad está asegurada, el consistorio ha iniciado una campaña de fomento del consumo de agua de grifo.

El vicepresidente de Ecociudad, Alberto Cubero, informó de que se han intensificado los controles que se realizan en las plantas de La Cartuja y La Almozara. Según explicó, hasta ahora se tomaban dos muestras semanales y desde enero se ha dado la orden de que sean diarias para poder garantizar su calidad, incluidos domingos y festivos. Así, se han triplicado los análisis, pasando de 350 a 1.200.

Para poder incrementar estos controles se ha ampliado la plantilla del Instituto de Salud Pública, con la contratación de cuatro técnicos auxiliares sanitarios y con la inversión de 50.000 euros para la compra de equipos de filtración, estufas y placas calefactoras además de un equipo que permitirá mejorar la detección de metales en las aguas de la depuradoras antes de su incorporación al río. Este aparato, cuyo coste es de 150.000 euros, realizará análisis más precisos.

MUESTRAS

La calidad ha ido mejorando progresivamente en los últimos años, explicó a responsable del Instituto Municipal de Salud Pública, Mercedes Navarro. El punto de inflexión se produjo cuando la ciudad empezó a consumir agua del embalse de Yesa, «menos dura» que la del Ebro. Esto significa que la concentración de sales de calcio y magnesio es menor, un proceso natural que se produce por el arrastre de sedimentos del río. El agua de Yesa tiene un porcentaje menor y por eso su sabor es más suave.

Navarro explicó que Salud Pública realizó el año pasado de forma gratuita 381 controles de la calidad del agua de los grifos de viviendas y colegios. En solo seis se detectó algún tipo de presencia de níquel o coliformes -una especie bacteriana- que provocan que el agua no sea apta para su consumo.

En los centros escolares, donde se realizaron 88 controles, se tomaron muestras de las fuentes del patio, los grifos y las jarras. De las 176 muestras totales, solo dos arrojaron un resultado negativo. Según explicó Navarro, en un caso se debía a la presencia de coliformes en un grifo y otro de metal, producido por el arrastre del agua de una tubería nueva. En ambos casos se solucionó sustituyéndolos.

También acudieron a 55 casas después de recibir quejas sobre la calidad del agua, principalmente tras notar un cambio en su sabor. En dos casos se detectó que las instalaciones interiores de las viviendas eran el motivo de la afección.

Por otro lado, el instituto recibió 180 solicitudes de inspección voluntaria en casa particulares, de las que se han realiza 150 análisis. También en este caso solo se detectaron dos resultados negativos por la presencia de níquel y coliformes. Dos incidencias que se solucionaron limpiando y desifectando los grifos.

FUENTES PÚBLICAS

El ayuntamiento se ha propuesto analizar las 500 fuentes de agua potable que hay distribuidas por la ciudad, principalmente en los parques. Además, en aras de fomentar el consumo de grifo, se va a realizar un estudio de sus características, como su altura, para garantizar que los animales no tengas acceso, o para constatar su uso, ya que hay zonas con poca afluencia. Una vez se tenga el informe se decidirá si es necesario actuar en ellas y si deben colocar otras nuevas, explicó la concejala de Medio Ambiente, Teresa Artigas.

El consistorio, además de fomentar el consumo del grifo, en paralelo también quiere concienciar del incremento que se está produciendo en el gasto del agua. Con una tendencia a la baja desde el 2008 de forma ininterrumpida, en el 2016 se registró un pico al alza. Cada zaragozano consumió el año pasado una media de 99,6 litros diarios, muy lejos de la nacional, que se sitúa en los 131 litros.

Aunque los datos siguen siendo buenos, el ayuntamiento ha recuperado las campañas de concienciación, desaparecidas en el 2008, coincidiendo con la Expo del Agua.