Desde que el pasado 26 de enero, la escultura Víctima, de Fernando Clavo, se instaló frente a la iglesia de San Juan de los Panetes, la polémica no ha dejado de crecer. A los pocos días, la Asociación Somos+ contra la violencia machista se manifestó en señal de protesta pues consideran que la obra no las representa. Annette Merino, cree que «hay que dar una imagen de esperanza, de que la situación de esa mujer maltratada puede cambiar a mejor». Para ello, el ayuntamiento propone una «intervención artística complementaria, temporal o definitiva, en la zona, que no será otra escultura»,

Las protestas habían comenzado ya en mayo del 2016. Y es que esta escultura fue la ganadora del concurso que convocó el ayuntamiento de Zaragoza para «honrar la memoria de las víctimas, visibilizar esa problemática social y sensibilizar a la población sobre la lacra que supone este tipo de violencia», según las bases de la convocatoria. Se presentaron veinte artistas con diferentes propuestas y finalmente el jurado, otorgó el premio y los 18.000 euros a Víctima, de Fernando Clavo.

JURADO

En la elección intervinieron el concejal de Cultura del ayuntamiento, Fernando Rivarés; Leticia Crespo, de CHA; Patricia Rodrido, de la asociación de Galerías de Aragón; Mariela García y Arturo Gómez, de la Asociación de Artistas Plásticos; Teresa Solanilla, de la Casa de la Mujer y María Pilar Laínez, de la Coordinadora de Organizaciones Feministas.

Tras conocerse el fallo del jurado, recogidas de firmas y otras protestas de la coordinadora intentaron impedir la instalación de la escultura en el lugar fijado en las propias bases.

Porque el sitio es otro de los motivos de protesta. Junto a él está el memorial de las víctimas del atentado de ETA de 1987, por lo que Reyes Campillo, del grupo municipal del PP, pidió el pasado 14 de febrero que se retire de allí. «Las víctimas del terrorismo necesitan su espacio y las de violencia machista también», razonó, criticando se «enfrente» a ambos colectivos.

Ahora todos los grupos políticos, que en su momento apoyaron la moción de CHA para instalar un memorial por las víctimas de violencia machista, coinciden en que hay que «darle una vuelta», como afirmó Cristina Gracia de Ciudadanos y buscar «el consenso político y social» que este tipo de iniciativas necesita. Por qué en el fondo, lo que más importa es que las víctimas se sientan representadas. «El problema no es el fondo, sino las formas», afirmó Lola Campos, de PSOE, que propuso «algún otro elemento artístico para dar una mejor lectura al relato de lo que debería ser el memorial».

El consistorio ha descartado trasladar la intervención o modificarla, pues contravendría las bases del concurso. Pero sí barjan varias propuestas artísticas, junto a la asociación Somos+, para que el entorno global de la zona transmita la imagen de «una mujer acompañada», en palabras de la concejala Arantxa Gracia. La asociación confía en que así «esa mujer arrodillada sepa que no está sola, y que hay salida al maltrato». No tienen ningún problema con el artista, matizan, y aceptan que se ciño a las bases, pero apuntan que quizás «debería haberse puesto en contacto con mujeres maltratadas para conocer bien la problemática».