El anuncio de los paros parciales en el servicio de autobús hace que sobrevuele sobre Zaragoza la posibilidad de que se produzca la primera huelga conjunta del bus y el tranvía desde que ambos prestan el servicio de transporte público en la capital, desde el 2011. Los primeros ya han decidido iniciarlos el próximo día 21, aunque serán de tres horas y solo los fines de semana hasta el 6 de mayo. Los segundos, los de la línea Valdespartera-parque Goya, ayer analizaban la posibilidad de dar continuidad a la que han realizado hasta el pasado sábado, iniciada el 13 de marzo, y que concluyó sin avances en la negociación.

A ambos comités de empresa no se les escapa que les unen muchos puntos en común, y tampoco que el impacto de la protesta sería mayor si el bus y el tranvía realizan paros de forma simultánea. Pero faltan decisiones por tomar y está por ver si esos argumentos son suficientes para convencer al personal. Por un lado, porque la empresa es la misma. La concesionaria del bus, Avanza Zaragoza, participa del accionariado de la operadora que lleva el Urbos 3, Tranvías Urbanos de Zaragoza. Por otro lado, a ambos les une el mismo motivo, los incumplimientos que los representantes sindicales aseguran que se están dando sobre lo acordado entre las partes.

En el caso del tranvía, esto no debería haber cambiado, dado que culminaron sin acuerdo los paros de 4 horas diarias que durante cuatro semanas hicieron todos los martes, jueves y sábados. Aseguraban que no se ha respetado lo que se pactó en octubre del 2017 para evitar su primer intento de huelga.

En el caso de Avanza Zaragoza, la protesta sindical se basa en el documento pactado que puso fin a su huelga de cuatro meses de duración, la más larga de la historia de Zaragoza. En su caso, ha sido el desencadenante de llevar la movilización a la calle y al servicio. La duda ahora es saber si el tranvía hará coincidir unos nuevos paros con el autobús.