Zaragoza quiere que la nueva contrata del autobús sirva para reducir el consumo energético, suponga un impulso a la eficiencia y el ahorro también en el transporte público. Por eso, segun anunció ayer el teniente de alcalde de Cultura, Educación y Medio Ambiente del ayuntamiento, Jerónimo Blasco, que ha solicitado que en los pliegos de condiciones del futuro concurso público se incluya una cláusula en la que se prime la sustitución de los actuales vehículos por otros híbridos.

No es la primera vez que la capital aragonesa se fija en los autobuses híbridos, estudia su comportamiento, e incluso los pone en circulación para analizar el ahorro energético que comportan y los costes que suponen, pero este significaría un paso más importante: que la empresa adjudicataria pueda asumir el elevado desembolso que supone la adquisición de estos autobuses. Y que se traduzca en un ahorro en el consumo.

El objetivo, según remarcó el propio Blasco, es aproximarse y reducir los niveles de contaminación en la ciudad, las emisiones de dióxido de carbono, el consumo energético y apostar por las energías renovables.

Los mismos objetivos que se han fijado para la nueva Estrategia de Gestión Sostenible de Zaragoza 2010-2020 que se presentará el próximo lunes y que contempla una reducción del consumo energético en la ciudad del 20% de media, que sería de hasta el 40% en los edificios municipales --y hasta un 70% en los inmuebles más antiguos--. Además, destaca que el parque móvil municipal dentro de ocho años debería estar compuesto por un 5% de vehículos eléctricos, un 45% de coches híbridos y el resto de la flota, de biodiesel 30. En cuanto al transporte público, destaca el objetivo de que un tercio de los autobuses deberán ser híbridos en el 2020.

Este documento, coordinado por la Agencia de Medio Ambiente y Sostenibilidad, también plantea como objetivo que se reduzcan hasta un 21,4% las emisiones de gases contaminantes, o conseguir que el 20% del consumo energético proceda del aprovechamiento de renovables.