El Gobierno de Zaragoza ha dado hoy su visto bueno al justiprecio de 70.108,79 euros por la expropiación de los conocidos como Baños Judíos, datados a finales del siglo XIII, similares a los situados en Córdoba y catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC).

En rueda de prensa, el consejero municipal de Urbanismo, Pablo Muñoz, ha definido la actual como "legislatura de los desbloqueos", en referencia a proyectos como la Avenida de Cataluña, Tenor Fleta, la Imprenta Blasco o el Mercado Central, que llevaban tiempo "escondidos bajo tierra".

Ha explicado que, desde la declaración como BIC, ha sido una "odisea" que el Ayuntamiento adquiriera la propiedad de estos baños, con un expediente que se inicia en 2006 con el Gobierno municipal PSOE-CHA y un proceso que se ha prolongado hasta este mismo año.

Se trata de unos baños de carácter higiénico público, de origen mudéjar medieval, aunque conocidos como "judíos" por la zona de la ciudad en la que se ubicaban, que contaban con agua caliente y eran parte de los servicios públicos con los que contaba Zaragoza.

En un primer momento, el Consistorio compró el local de arriba y, a partir de ahí, se inicia un expediente de expropiación que no se llega a culminar hasta ahora.

Durante 10 años, el Ayuntamiento estuvo buscando al académico encargado de hacer la valoración oportuna del inmueble, que ha llegado ahora gracias a que los técnicos de la casa han estado "muy encima", ha señalado.

Así pues, la valoración es la misma que hace 12 años con las correspondientes actualizaciones, ha sido aceptada por el Gobierno de Zaragoza y se prevé que haga lo propio la comunidad de propietarios, ya que ellos mismos enviaron a un experto que participó del proceso.

Muñoz ha relatado que llevan trabajando en los Baños Judíos "muy calladamente" desde finales de 2016 y que solo han compartido este trabajo con CHA, principal grupo valedor de la recuperación de este recinto.

Ha informado también de que el proyecto museístico que se preparará para este enclave histórico tardará más de un año, pero que a lo largo de 2018 se abrirá al público "como sea" para que al menos los vecinos lo puedan ver.

El portavoz del Gobierno municipal, Fernando Rivarés, ha añadido que antes de la elaboración del proyecto museístico se tendrá que acometer una intervención arquitectónica para garantizar la accesibilidad, ya que se encuentran en uno de los sótanos del inmueble, situado en el Coso 126-132, para que se pueda ir viendo mediante visitas guiadas.

No van a esperar al proyecto, ha subrayado, porque 30 años después cree que es "histórico" que pueda ser visto cuanto antes por sus "dueños", que son los zaragozanos.