Las 70 plazas de aparcamiento para motos en el Coso de Zaragoza ha servido, por llamativo, para poner el acento en un impulso decidido por parte del ayuntamiento de sacar estos vehículos de las aceras. Una apuesta que lleva meses poniendo en práctica y que ha servido para que ya cuente con más de 2.000 plazas en las calzadas de calles y plazas de la ciudad, ya fuera de un espacio que cada vez está más reservado para el paso de los peatones.

La demanda de estos estacionamientos era creciente en muchos barrios y, por el número de motos que circulan en la ciudad, en algunos casos se estaba teniendo cierta permisividad con sus dueños.

"Se estaba detectando cierta costumbre de que quien se mueve en moto puede dejarla en la puerta del sitio al que va", comentaron fuentes municipales a este diario, un hábito que en muchos casos no estaba permitido por la ordenanza municipal de Tráfico. Pero que se consentía.

En este sentido, el área de Movilidad, en colaboración con la Policía Local, se pusieron a trabajar en dar con todos los espacios libres que pudieran existir en la calzada para habilitar nuevos estacionamientos.

EN EL COSO Pasó en el Coso, cuando al crear el carril bici se pensó que esta fila de aparcamientos pueden hacer de barrera de protección para los ciclistas con la circulación de coches, camiones y autobuses, pero también en muchas intersecciones de calles."Hay muchos giros en los que los usuarios tenían poca visibilidad porque otros vehículos utilizaban la esquina para apurar y estacionar, aunque fuera de forma momentánea", explicaron a este diario fuentes municipales.

Por este motivo, por seguridad también, se pensó en utilizar estos bordes para crear plazas de aparcamiento para motos. Y se siguen buscando muchos más en todos los barrios para dar salida a este tipo de espacios muertos inservibles.

"También con este proyecto se ayuda a descongestionar las aceras, democratizar el espacio público de manera que todos los actores que conviven en él (peatones, vehículos y ciclistas) tengan su espacio y su derecho a utilizarlo bien definidos", apuntaron esas mismas fuentes.

PROHIBICIÓN ANTERIOR De manera que lo que pasaba en la plaza España no solo no se va a poder seguir haciendo, ahora que el tranvía la ha convertido en un espacio más peatonal y el bordillo de la acera se ha alejado de los espacios más habituales para estacionar, sino que la ordenanza ya lo prohibía.

Lo que se trata ahora es que el conductor de una moto busque el aparcamiento más próximo, como hacen los coches. Y que si hay plazas libres las use y no las ignore pensando que su vehículo está al margen de la normativa. Es decir, que puede aparcar en la acera libremente.

Así, la escena aún hoy en el Coso es la de muchas de esas 70 plazas nuevas están vacías porque los usuarios siguen dejando la moto en la acera. Incluso a escasos metros, en la acera de enfrente. La diferencia es que ahora empezará a ser motivo de multa.