El Ayuntamiento de Zaragoza es consciente de que el viento no sopla a su favor respecto a los despidos producidos en Zaragoza Vivienda. Por ello, y consciente de que recurrir el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) que declara nulos los despidos no tiene mucho sentido, se sentará a negociar con los afectados las condiciones de su readmisión.

Como adelantó ayer EL PERIÓDICO, tres de los diez despedidos serán readmitidos tras haber fallado a su favor el TSJA declarando la nulidad del despido y exigiendo su readmisión y el abono de los salarios dejados de percibir. Pero quedan todavía siete empleados más a la espera de lo que dicte el juez.

CONVERSACIONES

Con vistas a que la sentencia sea la misma que las anteriores, el ayuntamiento ha optado por afrontar la situación lejos de los tribunales. Ni recurrirá ni esperará a que se resuelvan los juicios pendientes. La próxima semana iniciará una mesa de negociación para poner sobre la mesa las condiciones de readmisión del resto de empleados. Unas conversaciones complicadas ya que el convenio por el que se contrató a este personal, con contrato de obra y a través de la DGA, ya no tiene vigencia.

Según el informe de la asesoría jurídica del consistorio es "prácticamente imposible desmontar o sustituir razonablemente el razonamiento judicial al no disponer de elementos reglados ni probados más determinantes que desvirtúen las consideraciones de las mismas".

Otras de las razones que han contribuido a esta rueda de conversaciones es el coste que le pondría suponer a las arcas municipales. Según fuentes municipales, alcanzarían "los 430.661 euros" en el caso de tener que seguir abonando los salarios de los diez despedidos y se ponía "en peligro" el balance positivo de la cuenta de resultados.