El hospital Royo Villanova de Zaragoza acogió ayer el cuarto posible caso de ébola en Aragón después de que una zaragozana --la primera aragonesa que ha mostrado hasta el momento síntomas relacionados con esta enfermedad-- presentara un cuadro coincidente con los contemplados en el protocolo sanitario.

La mujer, de 33 años, es integrante de una oenegé y regresó a España hace 15 días tras haber estado recientemente en Sierra Leona, según informó el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, que activó al protocolo sanitario a las 18.15 horas. La afectada, tras sentirse mal, acudió hasta el servicio de Urgencias del Royo Villanova, previsiblemente a sabiendas de que se trata del hospital de referencia para acoger este tipo de patología. El hecho de que ella misma optara por ir al centro declinó la necesidad de poner en marcha todo el operativo sanitario de traslado de la afectada.

Fuentes sanitarias informaron que la zaragozana presentaba dolor de garganta y fiebre y, ante esos síntomas y proceder de uno de los países de riesgo, fue ingresada en el módulo de aislamiento de la cuarta planta. Los sanitarios adoptaron las medidas de protección obligadas.

La situación del posible caso de ébola provocó ayer la reunión de urgencia de la Comisión de Seguimiento presidida por la Presidenta en funciones de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, e integrada por responsables del Departamento de Sanidad, con su consejero Ricardo Oliván, de Protección Civil y especialistas del hospital Royo Villanova para tratar este asunto.

MENSAJE DE TRANQUILIDAD Desde el Departamento de Sanidad insistieron en trasmitir un "mensaje de tranquilidad" a la población aragonesa, ya que la comunidad, según precisaron, "está preparada" para hacer frente a estas situaciones y el protocolo sanitario se puso en marcha según lo previsto. Asimismo, recordaron que se trata de un caso sospechoso.

El hospital Royo Villanova está totalmente acondicionado para el tratamiento de esta enfermedad y cuenta con vestíbulo previo e instalación de presión negativa en la planta cuarta, donde está el módulo de aislamiento. Todas las habitaciones cuentan con equipos de monitorización individuales y se incorpora, en un habitáculo del mismo módulo, un equipo de análisis clínicos. Desde el pasado verano, Sanidad ha realizado formación continúa a los profesionales.